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La Plataforma contra los Mega-Buques de Crucero criticó hoy la previsión de que 541 cruceros atracarán en Palma este año, desembarcando más de 1,8 millones de pasajeros en la ciudad, cifras que consideran contrarias a los objetivos de sostenibilidad de la ciudad. En un comunicado, la organización criticó estas cifras en el contexto actual de la transición esencial de las Baleares hacia la sostenibilidad ambiental, social y económica.
La plataforma advierte que las previsiones de la Autoridad Portuaria de Baleares para los cruceros en Palma en 2025 indican que llegarán 47 barcos más y más de 41,000 pasajeros de crucero que el año pasado, cerca del récord de 592 escalas establecido en 2019, antes de la pandemia. Advierten que este tipo de turismo, “a menudo falsamente asociado con la imagen de un sector económico próspero y motor de crecimiento, esconde una cara oculta que no puede ser ignorada” debido a su impacto, que es un problema compartido por Palma con muchas ciudades europeas y organizaciones en Barcelona, Venecia o Marsella.
“Afirmamos que un mega-buque de crucero nunca puede ser sostenible”, dice la organización, que advierte sobre la alta demanda energética de estos barcos, “incompatible con los objetivos de electrificación de puertos, aún más en un territorio insular como las Baleares”. Explican que cuando un crucero está atracado en el puerto, sigue “quemando combustible, liberando contaminantes muy dañinos para la ciudad, y tiene un consumo de agua que compromete el uso que la población residente puede hacer de ella”.
Agregan que la “afluencia masiva de pasajeros de cruceros” también altera el tejido comercial de la ciudad, aumentando los precios de la vivienda y los servicios, “turistificando” el centro y dejando poco beneficio a los negocios locales, generalmente en forma de compras rápidas y servicios limitados “no muy compatibles con la vida de los residentes”. Señalan que, según los últimos datos proporcionados por Ibestat, el gasto promedio de un pasajero de crucero en tránsito en Palma es solo alrededor de 35 euros.
La plataforma también ha expresado su preocupación por el fin del acuerdo entre las compañías navieras y el gobierno, que hasta ahora ha limitado la llegada al puerto a tres cruceros consecutivos, y como máximo uno de ellos con una capacidad de más de 5,000 pasajeros (un mega-crucero).
Advierten que este año, en el que se debe tomar una decisión sobre este acuerdo, “será clave para el futuro de la ciudad”, y afirman que Palma necesita “menos y más pequeños cruceros”. Insisten en que para preservar el medio ambiente y la calidad de vida en los destinos turísticos “es esencial repensar el modelo actual de turismo de cruceros” y el futuro del sector debe implicar “sostenibilidad, respeto por el medio ambiente y consideración por las necesidades de las comunidades locales”.
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