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Mientras las aerolíneas de bajo coste y el Gobierno español han estado intercambiando golpes, las cifras muestran que son estas aerolíneas las que generan más quejas de los consumidores en las Islas Baleares que cualquier otro sector.
Las quejas se presentan ante Consubal, la asociación de consumidores de las Islas Baleares, y la dirección de consumo del gobierno regional. El número total de quejas recibidas por el gobierno aumentó en casi 1.000 de 2021 a 2023, siendo el sector del transporte el más destacado con 1.513. En contraste, hubo 777 quejas sobre operadores de telecomunicaciones en 2023, 697 sobre suministro eléctrico y 134 sobre bancos.
La consejería de consumo de las Islas Baleares aún no ha publicado las cifras de 2024, pero se espera que aumenten, y bastante también. Consubal informa de un aumento del 40% en las quejas sobre aerolíneas, la gran mayoría de estas involucrando a dos proveedores de bajo coste – Ryanair y Vueling. Principalmente entre estas quejas se encuentran los cargos por equipaje de mano.
Consubal hace un llamamiento al Gobierno español para que no ceda a las presiones que han seguido a la multa de 179 millones de euros impuesta a Ryanair, Vueling, easyJet, Volotea y Norwegian y Ryanair; la multa a Ryanair fue la más grande, 108 millones de euros.
El presidente de la asociación, Alfonso Rodríguez, ha escrito al ministro de derechos sociales y consumo, Pablo Bustinduy, instándolo a resistir “las tácticas de chantaje” de algunas de estas empresas. Rodríguez destaca la importancia para los residentes de las Baleares, “los mayores afectados por los abusos – consistentemente repetidos – a los que estas empresas someten a sus clientes”. “Las aerolíneas de bajo coste han estado en guerra durante años para reducir los precios a cambio de aumentar los daños colaterales para los viajeros; ahora es el equipaje de mano, pero pronto será algo más”.
También critica prácticas abusivas como la separación de asientos para personas con la misma reserva, incluidos casos con niños menores de 12 años, lo cual está prohibido. “Es un escándalo porque estos niños deben estar junto al adulto que los acompaña. Pero las aerolíneas ignoran la ley al igual que muchas otras cosas”.
Las cinco aerolíneas están presionando a Bruselas para cancelar la multa y están amenazando con aumentar los precios de los billetes para compensar el impacto o incluso cancelar vuelos. Michael O’Leary de Ryanair ha ridiculizado a Bustinduy, retratándolo como un payaso. El ministro ha dicho que no se dejará intimidar.
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