Rwanda ha cortado los lazos diplomáticos con Bélgica, diciendo que ha sido “consistentemente subminado” por la nación europea durante el conflicto en curso en la República Democrática del Congo. Bruselas ha estado liderando llamamientos para que las naciones europeas sancionen a Rwanda por su apoyo al M23, un grupo rebelde en el centro de la crisis del Congo. Las autoridades en Kigali, la capital de Rwanda, han dado a los diplomáticos belgas 48 horas para salir del país. Bélgica, que es la antigua potencia colonial, ha dicho que responderá a estas medidas y ha calificado la decisión de Rwanda de “desproporcionada”. A pesar de las afirmaciones de organismos como la ONU y EE.UU., Rwanda ha negado apoyar al M23. En su declaración del lunes, Kigali acusó a Bruselas de intentar “sostener sus delirios neocoloniales”. “Bélgica claramente se ha posicionado en un conflicto regional y continúa movilizándose sistemáticamente contra Rwanda en diferentes foros, utilizando mentiras y manipulación para asegurar una opinión hostil injustificada de Rwanda, en un intento de desestabilizar tanto a Rwanda como a la región”, dijo la declaración. El Ministro de Relaciones Exteriores belga, Maxime Prevot, respondió a las medidas de Rwanda en redes sociales, diciendo: “Esto es desproporcionado y muestra que cuando no estamos de acuerdo con Rwanda prefieren no entablar un diálogo”. Prevot dijo que los diplomáticos rwandeses en Bélgica serán declarados “personas non gratas”. Esta declaración puede llevar a la remoción del estatus diplomático y a menudo resulta en la expulsión o la retirada del reconocimiento de los enviados.