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El Ayuntamiento de Deyá ha implementado restricciones en el consumo de agua de la red pública para garantizar el suministro. Como casi todos los años, el ayuntamiento se ve obligado a tomar medidas restrictivas debido a la preocupante disminución de los niveles de agua de la Font des Molí y del pozo Verger, coincidiendo con el aumento en el consumo en esta época del año.
El alcalde ha emitido un decreto que prohíbe el uso de agua de la red municipal para llenar piscinas, regar jardines y terrazas o lavar coches, entre otros usos no esenciales. El suministro está garantizado, pero no se descartan cortes ocasionales.
Desde hace un mes, el ayuntamiento ha tenido que traer agua desde Palma, lo que ya ha supuesto gastar el 20% de la asignación presupuestaria para este fin.
En Esporles, el aumento en el consumo de agua los ha dejado al borde de tener que implementar restricciones, y para evitarlo, el ayuntamiento intensificó sus campañas de consumo responsable, siendo ‘L’aigua s’acaba, tanca l’aixeta’ la última campaña lanzada. La demanda había aumentado coincidiendo con el inicio de julio y el aumento de la temperatura en los últimos días.
En Banyalbufar, el ayuntamiento ha cancelado los cortes intermitentes de agua que estaban programados para el 15 de julio. El alcalde en funciones, Joan Vives, informó a los residentes a través de un aviso municipal que los cortes en el suministro de agua se suspenderían hasta que se conozcan los resultados de la perforación del pozo.
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