Residentes sufriendo de ruido y consumo de drogas.

Xisca, una residente de 70 años de La Soledat en Palma, dice que se enfrenta a una situación “insoportable” causada en particular por aquellos que van a dos bares en el vecindario.

Los fines de semana son especialmente malos. “Nos impiden dormir los sábados. A las seis de la mañana del domingo, cuando uno de los bares cierra, los clientes salen a la calle y se quedan en la acera gritando, peleando y bebiendo como locos. Vendem drogas, la música es muy alta, hay prostitución, peleas. La situación es insostenible.”

Ella habla por otros residentes que se sienten impotentes. Llaman regularmente a la policía, ya sea Policía Local o Policía Nacional y dependiendo de si los incidentes tienen que ver con ruido o drogas. “Este domingo por la mañana llamé. Una mujer muy amable respondió, diciéndome que eran conscientes de lo que estaba sucediendo en la zona y pidiéndome que no saliera por miedo a que me hicieran algo.”

Los coches patrulla de la policía tienen cierto efecto disuasorio, pero todo vuelve pronto a como era antes. “Los residentes de la zona están desesperados.” Pero ella admite que le gustaría ver más unidad entre los residentes para hacer frente a los problemas.

“Qué pena que nuestro querido barrio de La Soledat, una vez tan pacífico, haya sido destruido. Estamos pidiendo al alcalde, Jaime Martínez, que es una persona amable y compasiva, que por favor cierre los dos bares que están haciendo nuestras vidas tan miserables.”

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