Dracula: The Bloody Truth es tonto, descaradamente tonto, gloriosamente tonto. Esta producción es un desastre de principio a fin y te hará salir del teatro con una sonrisa gigante en tu cara.
Killian Macardle, Chris Hannon y Annie Kirkman (Foto: Pamela Raith)
El profesor Van Helsing, cazador de vampiros extraordinario, quiere aclarar las cosas sobre Drácula. Él cree que la novela de Bram Stoker lo tenía todo mal y contrata a un trío de actores para poner en escena una obra contando la historia real.
Parte farsa, parte pantomima con tonos de La Obra Que Sale Mal, Drácula: La Sangrienta Verdad es una aventura de comedia slapstick que avanza a un ritmo frenético.
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El elenco de cuatro merece todo el crédito – y un descanso – ya que entre ellos interpretan alrededor de 30 personajes mostrando algunos momentos maravillosos de comedia física.
La cuarta pared entre el elenco y el público no está tanto rota como si le hubieran clavado una estaca enorme. Antes de que comience el espectáculo, prepárate para ser recibido por los actores en personaje y si estás en la primera fila, es posible que te conviertas en parte del show.
Van Helsing de Chris Hannon se vuelve cada vez más frustrado a medida que los escenarios colapsan, los actores pierden sus señales y se produce un caos general. Annie Kirkman es una Drácula lista y sabia y Killian Macardle se deleita interpretando a Lucy Westenra con una peluca rubia ridícula, la máxima mujer barbuda. Alyce Liburd como Mina muestra nuevamente un brillante sentido del humor mientras todo se desmorona.
El caos cómico es muy difícil de lograr, pero este cuarteto lo hace con facilidad permitiendo que la trama sobreviva.
Escenificado como un salón de música victoriano, también hay una gran banda sonora tanto antes como durante el intermedio con un tema de vampiros.
Este es un teatro que es muy entretenido, un poco loco y muy divertido y no hay nada malo en eso.
Hasta el sábado 29 de junio. Detalles en www.octagontheatre.co.uk