Cada acusado ha pagado la fianza de 10,000 euros fijada por la Audiencia Provincial, mientras que un cuarto sospechoso permanece en custodia, esperando juicio, todavía sin una fecha programada.
Tras pasar 19 meses en prisión preventiva, tres individuos acusados de contrabandear más de cuatro toneladas de hachís a través de Santa Pola han sido puestos en libertad bajo fianza. Cada acusado ha pagado la fianza de 10,000 euros fijada por la Audiencia Provincial, mientras que un cuarto sospechoso permanece en custodia, esperando juicio, todavía sin una fecha programada.
La liberación fue concedida por la Audiencia Provincial de Elche, tras un recurso presentado por la defensa, liderada por el abogado Aitor Esteban Gallastegui. A pesar de la oposición tanto del Juzgado de Instrucción como de la Fiscalía, que inicialmente ordenaron su detención en junio de 2023, la Audiencia resolvió a favor de la fianza. Aunque reconociendo el riesgo de fuga, el tribunal consideró que la cantidad de la fianza era suficiente para garantizar la presencia de los acusados en el juicio.
Al determinar las condiciones de la liberación, el tribunal tuvo en cuenta el largo período que los acusados ya habían pasado en custodia y, en un caso, sus fuertes lazos familiares y sociales. Tras asegurar su liberación, los tres acusados tuvieron sus pasaportes confiscados, se les prohibió salir de España y están obligados a presentarse ante el tribunal cada dos semanas. Cualquier violación de estos términos podría resultar en su regreso inmediato a prisión.
Incautación de más de cuatro toneladas de hachís
El caso se remonta a finales de junio de 2023, cuando las autoridades interceptaron un importante envío de drogas en el área de Varadero de Santa Pola. La operación se desarrolló cuando una lancha rápida de lujo con bandera británica intentaba descargar un importante cargamento de hachís. Inicialmente, la Policía Nacional y la Guardia Civil estimaron la carga en 4,788 kilogramos, pero después de retirar el embalaje de 126 fardos que contenían 43,980 tabletas de hachís, el peso oficial se ajustó a 4,315 kilogramos.
En el momento de la incautación, el hachís tenía un valor en el mercado negro de aproximadamente 30 millones de euros, basado en un precio de mercado de 6.73 euros por gramo. La operación fue parte de un esfuerzo coordinado contra el tráfico de drogas por parte de las agencias de aplicación de la ley españolas, que habían recibido información sobre un envío inminente que llegaría a la costa de Alicante.
Vigilancia encubierta y detenciones
Las autoridades comenzaron a monitorear las aguas cerca de Santa Pola después de avistar una lancha de alta velocidad equipada con cuatro potentes motores viajando a 52 nudos. La embarcación parecía ir muy cargada. Sospechando una transferencia inminente, las fuerzas del orden establecieron vigilancia en el puerto deportivo.
Los investigadores creen que la lancha “Go Fast” transfirió las drogas al yate británico en alta mar antes de que el yate se dirigiera a Santa Pola bajo el amparo de la oscuridad. Sin que los traficantes lo supieran, la policía ya estaba en posición. Cuando los sospechosos comenzaron a descargar la carga en el área de Varadero, los agentes lanzaron su operativo, sorprendiéndolos en plena acción.
Tres individuos fueron arrestados en el acto. Un cuarto sospechoso logró huir pero dejó inadvertidamente sus documentos de identificación dentro de una furgoneta. Esta persona se entregó más tarde a la Guardia Civil en La Vall d’Uixó (Castellón), afianzando aún más el caso en su contra.
A medida que la investigación continúa, las autoridades permanecen vigilantes contra las redes de tráfico de drogas que operan a lo largo de la costa española. Se espera que el próximo juicio proporcione más detalles sobre la organización detrás de este intento de contrabando a gran escala.