Poner fin a la mala condición de las barandillas en el paseo marítimo de Playa Flamenca es una de las demandas más antiguas de los residentes de Orihuela Costa. La acción corrosiva del mar ha provocado que los pilares de hierro fundido que sostienen las barandillas de acero inoxidable se deterioren hasta el punto de que ya no cumplen su función, además de mostrar una apariencia terrible en la costa.
Estas barandillas han estado deteriorándose durante muchos años debido al lento proceso de oxidación causado por el mar, hasta el punto de que tramos de las barandillas de hasta 1500 metros de longitud ahora necesitan ser completamente reemplazados.
Por fin, entendemos que el Ayuntamiento de Orihuela ha acordado una inversión de 216.000 euros para la reparación de las barandillas a lo largo de los paseos marítimos de La Zenia y Playa Flamenca. La cifra fue revelada por el concejal de la Costa, Manuel Mestre (Vox), durante la sesión plenaria del pasado jueves.
El concejal Mestre dijo que, inicialmente, se encargaron hasta tres proyectos porque la asignación presupuestaria existente, del Patrimonio Municipal del Suelo (PMS), era insuficiente para abordar todo el proyecto de 1.440 metros lineales, 778 en la sección de Playa Flamenca y 373 en la sección de La Zenia.
Reconoció que, dado la falta de un presupuesto inicial, consideraron reducir la calidad de los materiales o llevar a cabo inicialmente solo la sección de barandilla que pasa por Playa Flamenca. Sin embargo, ahora el Ayuntamiento ha complementado el proyecto con 85.000 euros adicionales, lo que, según dijo, permitirá la reparación completa desde Playa Flamenca hasta La Zenia.
La concejal del PSOE, María García, cuestionó si el material finalmente elegido para los nuevos postes de barandilla (niquel cromado) era el más adecuado para resistir la acción corrosiva del mar, afirmando que los residentes, durante las reuniones de distrito, habían propuesto la madera como alternativa.
Al respecto, Mestre dijo que los ingenieros municipales habían estimado este recurso como el más resistente y descartaron la madera porque, “a pesar de ser más bonita y estética, requiere mantenimiento anual y es menos resistente”.