El futuro del primer ministro canadiense Justin Trudeau parece incierto después de la renuncia repentina de su miembro de gabinete más senior, una vez aliada cercana. Chrystia Freeland, la ex viceprimera ministra y ministra de finanzas, renunció a sus cargos el lunes con una carta abierta a Trudeau, en la que detallaba desacuerdos que tenía con él sobre el gasto y “el mejor camino a seguir para Canadá”. Estos desacuerdos, dijo, fueron subrayados por la amenaza de aranceles a los productos canadienses por parte del entrante presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aranceles que los economistas dicen podrían suponer un golpe económico devastador para Canadá. Ahora se están planteando preguntas en el Parlamento, incluidos algunos miembros de su propio Partido Liberal, sobre si es capaz de liderar en este momento crítico. Enfrenta algunas opciones sobre cómo seguir adelante.