Una pausa inesperada en la construcción ha retrasado la adición de un tercer carril a la autopista Pachuca-Huejutla cerca de Hidalgo, México. Sin embargo, la razón para el retraso en la programación fue bien justificada: los trabajadores descubrieron accidentalmente una pirámide de aproximadamente 1,375 años de antigüedad construida durante la época de una sociedad multiétnica conocida como el señorío Metzca.
Según un anuncio del 5 de diciembre del Ministerio de Cultura de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los equipos de carretera encontraron por primera vez evidencia del sitio “San Miguel”, nombrado así por el pueblo cercano de San Miguel Metzquititlán, a principios de junio. Los arqueólogos comenzaron a excavar porciones del sitio después de que se detuvo el trabajo en la autopista, desenterrando eventualmente porciones de la pirámide “Estructura 1” que consistía en cinco sectores que contenían al menos diez montículos. Al final de su excavación, el equipo recuperó 155 artefactos como conchas, cerámica y materiales de piedra, mientras también notaban evidencia de carbón, madera quemada y suelos de cal.
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Los investigadores creen que las ruinas probablemente fueron construidas por el Señorío de Metztitlán, también conocido como el “señorío Metzca”, una cultura multiétnica que vivió en el área de la Sierra Alta de Hidalgo durante las eras Epiclásica (650-950 d.C.) y Postclásica Tardía (1350-1519 d.C.). En el anuncio del miércoles, Héctor Labra Chávez, Director de Turismo de San Agustín Metzquititlán, explicó que no había “restos conocidos de civilizaciones prehispánicas en esta área inmediata” antes del descubrimiento del sitio San Miguel, y que “Estudios más profundos son esenciales para descubrir el contexto cultural de este hallazgo significativo.”
Sin embargo, los expertos estaban trabajando contra reloj. Después de la “documentación exhaustiva” del sitio utilizando herramientas como la fotogrametría con drones, el INAH señaló que los investigadores necesitaban construir un muro de mampostería de roca de aproximadamente 141 pies de largo, 38 pies de alto y 2.6 pies de espesor a lo largo de la base expuesta de la pirámide. Las áreas excavadas luego fueron enterradas nuevamente para mantener su integridad, pero no antes de recubrir las áreas expuestas con geotextiles para preservarlas mejor.
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Como señala Archeology News, desafortunadamente puede pasar un tiempo antes de que los arqueólogos puedan regresar a examinar San Miguel. Los recientes recortes presupuestarios del INAH reducirán sus fondos para 2025 en un 45 por ciento, limitando su capacidad para financiar proyectos adicionales. A pesar de esto, los materiales recuperados y las encuestas estructurales proporcionarán a los investigadores información que puede ayudar a ampliar su comprensión de la región.
“Este registro arqueológico proporciona valiosas perspectivas sobre la ocupación humana de la región de la Sierra Alta, particularmente en el área de la Barranca de Metztitlán, donde la historiografía rastrea asentamientos hasta 14,000 años atrás”, explicó el INAH.