In 2016, the entrance to the Asian Development Bank’s Knowledge Management Center (Library) at the ADB headquarters in Mandaluyong City, Metro Manila, Philippines, was captured by Mark Floro—ADB via Flickr.
Israel is on track to become the newest member of the Asian Development Bank, a financial institution that supports social and economic development projects in Asia. Many countries in the region, including some ADB members, have criticized Israel’s military actions in Gaza and do not acknowledge Israel’s sovereignty.
Rumors have been circulating among staff at the ADB’s headquarters in Manila about Israel’s impending membership, which could be finalized in the coming days, according to multiple sources. Israel’s application process is ongoing, with a decision expected once the process is complete.
Despite concerns about Israel’s military campaign in Gaza, the ADB has granted deadline extensions to Israel to meet membership requirements. These extensions were requested and approved for technical reasons, according to an Israeli spokesperson.
While some ADB staff members were surprised by the latest extension granted to Israel, others view Israel’s potential membership as a positive development. Representatives from Israel’s finance ministry have been attending ADB meetings as observers since 2017.
To complete its membership in the ADB, Israel must fulfill specific requirements, including administrative steps and payment for shares of the bank’s capital stock. Israel missed an initial deadline in 2022 and was granted deadline extensions by the ADB’s Board of Directors.
Despite criticisms from some member countries that do not recognize Israel, the ADB maintains that its decision-making process is guided solely by economic considerations. The ADB has emphasized its apolitical stance as an institution. Su código de conducta de empleados establece que, aunque “el personal puede ejercer sus derechos políticos”, deben “abstenerse de participar en actividades políticas que puedan interferir o entrar en conflicto con sus deberes o su condición de Personal del ADB”. También se prohíbe que participen en la publicación de documentos relacionados con “cualquier cuestión política nacional”.
El banco ha enfrentado críticas por no prestar suficiente atención a las preocupaciones de derechos humanos en sus operaciones. En mayo, durante la 57a Reunión Anual del ADB en Tbilisi, Georgia, una red de ONGs acusó al banco de no tener salvaguardias adecuadas para el impacto ambiental y social de sus proyectos, que los activistas argumentan que se alinean con la reducción de espacios cívicos y la represión de comunidades en los estados miembros, desde Georgia hasta Vietnam y Bangladesh.
Sin embargo, el ADB ha citado preocupaciones de derechos humanos para sancionar países en el pasado. En 2021, suspendió los desembolsos de proyectos soberanos y nuevos contratos en Myanmar después de que el ejército del país tomara el poder en un golpe de estado; ese mismo año, detuvo su asistencia regular en Afganistán cuando los talibanes tomaron el control del país; también detuvo su trabajo en un proyecto de gasoducto transfronterizo que pasaría por Afganistán, diciendo que esperaría hasta que las autoridades dirigidas por los talibanes obtuvieran reconocimiento internacional.
Para algunos empleados del banco, no está claro por qué las acciones de Israel en el último año no han provocado sanciones similares. Los asentamientos israelíes en territorios palestinos han sido encontrados por la Corte Internacional de Justicia en violación del derecho internacional, mientras que Netanyahu enfrenta una orden de arresto de la Corte Penal Internacional por presuntos crímenes de guerra.
“Obviamente hay algunas contradicciones e hipocresía en la decisión, porque el ADB tiene políticas estrictas sobre los países con los que trabaja”, dice un empleado del ADB sobre la inclusión de Israel. “Aceptar a un miembro que viola abiertamente el derecho internacional parece un poco hipócrita por parte de la institución”.
Niepris, el portavoz israelí, dice que Israel “cree firmemente en el poder de las instituciones para unir países y personas con el fin de alcanzar objetivos comunes”, y que “espera trabajar con todos los miembros y el personal del ADB para avanzar en el mandato del Banco de promover el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza extrema en Asia y el Pacífico”.
Pero, si bien el impacto de la incorporación de Israel al ADB aún está por verse, algunos empleados ya están preocupados por lo que significará para su trabajo en el banco y la reputación más amplia del banco.
La membresía de Israel “afectaría la forma en que el ADB es percibido en algunos de los países donde operamos”, dice el empleado del ADB. “Esta noción de que el ADB es más una institución asiática adaptada a las necesidades de los países de Asia y el Pacífico se ve un poco empañada por esta decisión”.
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