“
En medio de una emergencia habitacional en las Islas Baleares, con portales inmobiliarios donde apenas hay veinte pisos en alquiler por menos de 1.000 euros en Palma y con los precios más altos de España, se encuentra la paradoja de que una de cada tres viviendas construidas en las islas está vacía o es una segunda residencia y solo se utiliza unos pocos días al año.
Los datos del Censo de Viviendas publicados por el Instituto Nacional de Estadística, del año 2021, son la evidencia de esta contradicción en la que hay grandes sectores de la sociedad balear viviendo al límite mientras hay 210.587 viviendas que están vacías o solo se utilizan como segundas residencias.
El último Censo Oficial de Viviendas muestra que en las Islas Baleares hay 652.123 viviendas. De estas, 441.536 son residencias principales y, por lo tanto, se utilizan completamente. El Censo añade que otras 105.434 están vacías y hay otras 105.153 que están destinadas a viviendas esporádicas, con un uso muy limitado. La conclusión es que una de cada tres edificaciones en las Islas tiene apenas ningún uso.
Mientras que el porcentaje de viviendas principales en las Islas está disminuyendo, el número de habitantes sigue aumentando, lo que es un problema añadido para la situación inmobiliaria en las Islas Baleares.
Según los datos de población del Instituto Nacional de Estadística, la población de las Islas aumentó en la década entre 2011 y 2021, los años en los que se realizaron los censos, en un total de 91.759 personas, pero las viviendas principales solo aumentaron en poco más de 11.000. El resultado es que cada vez más personas se ven obligadas a compartir vivienda o vivir con sus padres debido a la imposibilidad de encontrar un piso o una casa a un precio asequible.
En medio del drama en el que muchas personas viven, la cifra es impactante en sí misma, pero aún más cuando se compara con el Censo de Viviendas anterior, que se llevó a cabo hace diez años. ¿Qué ha sucedido en los últimos diez años, ha mejorado o empeorado la situación? Como era de esperar, la realidad de los datos es que la situación ha empeorado. En 2011, el 73,3% de todo lo construido en las Islas Baleares era vivienda principal. En 2021, la cifra ha caído y el porcentaje de viviendas principales en las Islas ha descendido al 67%.
Lógicamente, al mismo tiempo, ha aumentado el porcentaje de vivienda no principal, con una cifra particularmente alarmante para las viviendas vacías. En este sentido, según datos oficiales del INE, el aumento en 10 años ha sido del 47,9%, una cifra que algunos expertos cuestionan, pero que el Instituto de Estadística mantiene intacta por el momento. El otro gran ítem, las segundas residencias, también es elocuente: ha aumentado un 22,67% en 10 años. El resultado es que el número de viviendas construidas en las Islas está creciendo, pero no están destinadas a la población residente, sino que permanecen vacías o se utilizan como segundas residencias.
Otro dato que da una idea de la enorme distorsión que existe en el mundo inmobiliario de las Islas: según el INE, en 10 años el parque de viviendas en las Islas ha aumentado en 65.414 unidades. Sin embargo, la realidad es que solo 11.799 de ellas tienen un uso principal y las 53.615 restantes no se utilizan porque están vacías o se utilizan para vacaciones.
Y, en lo que respecta a las segundas residencias, aquellas propiedad de británicos o “terceros países” que no son residentes, solo pueden ser utilizadas durante un máximo de 90 días seguidos como resultado del Brexit y la normativa de la UE, lo que no ayuda a la situación tampoco.
“