Un superviviente de una mortal tragedia en la playa de Ceuta en 2014 presentó una queja al Comité contra la Tortura de la ONU hoy después de perder un ojo por una bala de goma.
Brice O exige respuestas sobre el uso de equipos antidisturbios en España que lo dejaron parcialmente ciego y contribuyeron a 14 muertes después de que los oficiales de la Guardia Civil lo dispararan mientras se aferraba al interior de un neumático inflado.
El ex refugiado ha pedido una investigación sobre por qué las autoridades españolas nunca examinaron adecuadamente el uso de medidas de control de disturbios durante el fatal intento de cruce de la frontera hace poco más de diez años.
Brice O no fue alcanzado en el ojo con una bala de goma en 2014. Imagen de migrantes intentando ingresar a Ceuta por mar. Cordon Press
“Me parece increíblemente peligroso que se estén usando balas de goma”, dijo Brice O, quien ahora vive en Canadá, donde estudia producción cinematográfica.
“Doy fe como alguien discapacitado en un ojo debido a una bala de goma.”
El incidente ocurrió cuando alrededor de 200 personas intentaron ingresar al enclave español de Ceuta desde Marruecos el 6 de febrero de 2014.
Los oficiales de la Guardia Civil dispararon 145 balas de goma y cinco botes de humo a los migrantes que nadaban cerca de la playa de Tarajal.
Aunque el entonces ministro del Interior de España, Jorge Fernández Díaz, afirmó que los oficiales dispararon “al agua, no a las personas”, al menos 14 personas se ahogaron en el caos.
Las ONG creen que el número real de muertes fue mayor, pero, como en tantos cruces de migrantes, no hay registros de personas para evaluar quién falta.
“Los últimos 11 años han sido una vergüenza y España debe investigar completamente esta operación mortal en la frontera”, dijo Hanaa Hakiki, directora de justicia fronteriza en el Centro Europeo de Derechos Constitucionales y Humanos.
A pesar de múltiples intentos legales, la justicia ha permanecido esquiva.
En 2015, un juez desestimó el caso contra 16 oficiales de la Guardia Civil, y el Tribunal Supremo de España archivó oficialmente el caso hace tres años.
La queja llega en medio del escrutinio continuo de las políticas fronterizas de España, tras otro trágico incidente en Melilla en 2022 donde 37 personas murieron durante un intento masivo de cruce de fronteras.