La policía ha desarticulado una red de casas de droga en el centro de Marbella, cada una dedicada a un tipo de droga y consumidor diferente.
Mientras un lugar vendía cocaína, otro se dedicaba al hachís y un tercero a la marihuana, con la red criminal que los operaba apuntando a un perfil de consumidor de drogas distinto en el centro neurálgico de la Costa del Sol.
La policía de Marbella se infiltró en la comunidad en enero para localizar las casas después de que los vecinos empezaran a quejarse de la actividad narco.
Observando el vecindario alrededor de la Calle Las Peñuelas lograron identificar a la banda criminal, que operaba de manera diferente con horarios variables dependiendo de la droga que se vendía.
La policía realizó cinco redadas simultáneas en las viviendas de Marbella y arrestó a 13 individuos, incluido un narco que tenía varias órdenes de arresto y prisión pendientes.
También confiscaron varias armas, 1.330€ en efectivo, alrededor de veinte bolsas de cocaína, paquetes de hachís y una bolsa que contenía marihuana.
El crimen violento y relacionado con las drogas ha estado aumentando en Marbella este año, ya que las bandas de narcotraficantes cada vez trasladan sus operaciones hacia el este debido a una continua represión policial más al sur de la costa.
Este es el veredicto de Ana Isabel Cerezo, directora del Instituto Andaluz de Criminología, quien dio una charla sobre la plaga de los llamados narcos en la Universidad de Málaga la semana pasada, junto a otros expertos.
Les contó a los asistentes cómo una intensificación exhaustiva de la vigilancia en y alrededor de Algeciras está empujando la actividad mafiosa hacia la Costa del Sol.
El puerto de Algeciras es uno de los puntos de entrada de drogas más importantes de Europa debido a su ubicación estratégica.
Se encuentra justo al otro lado del Estrecho de Gibraltar desde Marruecos, el país exportador de hachís más grande del mundo, y es uno de los primeros puertos de escala, junto con Galicia en el norte, para la cocaína y otras drogas que se envían desde América del Sur.
Pero, según Cerezo, una represión policial en el último año ha convertido a Marbella en una opción ‘muy atractiva’ para los traficantes de drogas que buscan rutas de entrega alternativas.