La administración de Trump ha reducido la financiación y el personal del programa que supervisa el informe principal del gobierno federal sobre cómo el calentamiento global está afectando al país, lo que genera preocupaciones entre los científicos de que la evaluación ahora esté en peligro.
El Congreso requiere que el gobierno federal produzca el informe, formalmente conocido como la Evaluación Nacional del Clima, cada cuatro años. Analiza los efectos de las temperaturas en aumento en la salud humana, la agricultura, la producción de energía, los recursos hídricos, el transporte y otros aspectos de la economía de EE. UU. La última evaluación se publicó en 2023 y es utilizada por los gobiernos estatales y locales, así como por empresas privadas, para prepararse para el calentamiento global.
La evaluación climática es supervisada por el Programa de Investigación sobre Cambio Global, un grupo federal establecido por el Congreso en 1990 que cuenta con el apoyo de la NASA y coordina los esfuerzos entre 14 agencias federales, la Institución Smithsonian y cientos de científicos externos para producir el informe.
El martes, la NASA emitió órdenes de suspensión del trabajo en dos contratos separados con ICF International, una firma de consultoría que había estado suministrando la mayor parte del apoyo técnico y de personal para el Programa de Investigación sobre Cambio Global. ICF había firmado originalmente un contrato de cinco años en 2021 por valor de más de $33 millones y proporcionaba alrededor de dos docenas de miembros del personal que trabajaban en el programa con empleados federales detallados de otras agencias.
Sin el apoyo de ICF, dijeron los científicos, no está claro cómo puede avanzar la evaluación.
“Es difícil ver cómo van a publicar una Evaluación Nacional del Clima ahora”, dijo Donald Wuebbles, profesor del departamento de ciencias atmosféricas de la Universidad de Illinois que ha participado en evaluaciones climáticas pasadas. Pero, agregó, “todavía está ordenado por el Congreso”.
En un comunicado, una portavoz de la NASA dijo que la agencia estaba “racionalizando su contrato que proporciona apoyo técnico, analítico y programático para el Programa de Investigación sobre Cambio Global de EE. UU.” para alinearse con las órdenes ejecutivas del presidente Trump. Agregó que la NASA planeaba trabajar con la Casa Blanca para averiguar “cómo apoyar mejor el programa ordenado por el Congreso al mismo tiempo que se aumentan las eficiencias en las 14 agencias y el comité asesor que apoyan este esfuerzo”.
La cancelación del contrato se produjo un día después de que The Daily Wire, un sitio web de noticias conservador, informara sobre el papel central de ICF en ayudar a producir la Evaluación Nacional del Clima en un artículo titulado “Conozca a los consultores del gobierno que están ganando millones para difundir la catástrofe climática”.
ICF no respondió a una solicitud de comentarios. La cancelación fue informada por primera vez por Politico.
Muchos científicos del clima ya esperaban que la próxima Evaluación Nacional del Clima, prevista para 2027 u 2028, estuviera en serios problemas.
El Sr. Trump siempre ha desestimado el cambio climático como un engaño. Y Russell Vought, el actual director de la Oficina de Administración y Presupuesto, escribió antes de las elecciones que el próximo presidente debería “reformar” el Programa de Investigación sobre Cambio Global, ya que sus informes científicos sobre el cambio climático a menudo se utilizaban como base para demandas ambientales que limitaban las acciones del gobierno federal.
Durante el primer mandato del Sr. Trump, su administración intentó, pero falló, sabotear la Evaluación Nacional del Clima. Cuando se publicó el informe de 2018, concluyendo que el calentamiento global representaba una amenaza inminente y grave, la administración lo hizo público el día después del Día de Acción de Gracias en un aparente intento de minimizar la atención.
“Ya lo esperábamos”, dijo Jesse Keenan, profesor asociado de la Escuela de Arquitectura de Tulane que fue autor de un capítulo de la Evaluación Nacional del Clima sobre cómo el cambio climático afecta a las estructuras hechas por el hombre. “Las cosas ya estaban en un estado muy dudoso”, dijo.
La evaluación climática generalmente es compilada por científicos de todo el país que se ofrecen como voluntarios para escribir el informe. Luego pasa por varias rondas de revisión por 13 agencias federales, así como por comentarios públicos. El gobierno no paga a los científicos en sí, pero sí paga por el trabajo de coordinación.
En febrero, los científicos habían enviado un esquema detallado de la próxima evaluación a la Casa Blanca para una revisión inicial. Pero esa revisión ha estado en espera, y el período de comentarios de la agencia ha sido pospuesto.
Ladd Keith, profesor asociado de la Universidad de Arizona especializado en gobernanza del calor extremo y planificación urbana, había estado ayudando a escribir el capítulo sobre el suroeste de EE. UU. Dijo que si bien los científicos externos podían realizar investigaciones por su cuenta, gran parte del valor del informe provenía de la participación del gobierno federal.
“La fortaleza de la Evaluación Nacional del Clima es que pasa por esta revisión detallada por todas las agencias federales y el público”, dijo el Dr. Keith. “Eso es lo que la diferencia de simplemente un grupo de académicos que se reúnen y hacen un informe. Ya hay muchos de esos”.
Katharine Hayhoe, científica del clima en la Universidad de Texas Tech, dijo que la evaluación era esencial para comprender cómo el cambio climático afectaría la vida diaria en Estados Unidos.
“Convierte ese problema global en algo más cercano a nosotros”, dijo la Dra. Hayhoe. “Si me importa la comida o el agua o el transporte o el seguro o mi salud, esto es lo que significa el cambio climático para mí si vivo en el suroeste o las Grandes Llanuras. Ese es el valor”.
Austyn Gaffney y Lisa Friedman contribuyeron con la información.