Hoy, 21 de febrero, marca el día en que nació Andrés Segovia, uno de los guitarristas más influyentes de la historia.
Andrés, nacido en 1893, transformó el estatus de la guitarra, especialmente en el mundo de habla hispana.
Antes de él, el instrumento se tocaba de manera informal en bares y cafés por toda Andalucía, pero carecía de un respeto serio.
A través de la exquisita técnica de Andrés y de las muchas obras que los compositores escribieron para él, la guitarra se convirtió en un producto respetado a nivel mundial, tocado en salas de conciertos de todo el mundo.
No hay duda de que su grandeza merece ser recordada.
Andrés nació en Linares, Jaén, pero fue enviado a vivir con su tío y su tía, Eduardo y María, desde muy joven.
Rápidamente reconocieron el talento musical del niño, pero Linares tenía recursos musicales inadecuados.
Para fomentar el talento de Andrés, el tío trasladó a la familia a Granada, donde la educación era mejor.
Andrés fue introducido al flamenco en Granada, pero rápidamente lo rechazó y a lo largo de su vida fue conocido por su crítica al género musical.
A principios del siglo XX, compositores como Manuel de Falla buscaban hacer mainstream al flamenco, pero Andrés optó por seguir el repertorio clásico.
Debutó como guitarrista profesional en Granada en 1909, a la edad de 16 años.
Los dones de Andrés fueron reconocidos instantáneamente, lo que llevó a una mayor demanda de sus conciertos en Francia e Italia.
Esto condujo a su eventual conquista artística de América.
Después de la Primera Guerra Mundial, Andrés pasó mucho tiempo de gira por América del Sur y se encontró en los Estados Unidos a finales de la década de 1920.
Allí conoció a Heitor Villa-Lobos, uno de los mayores compositores de Brasil, que comenzó a escribir piezas específicamente para el español.
La fama de Andrés se extendió rápidamente por toda Europa y América, tanto al norte como al sur, a medida que entraba en la década de 1930.
La naturaleza inestable y peligrosa de España en la última parte de esta década, sin embargo, llevó al músico a mudarse a Montevideo, Uruguay.
Continuó estableciéndose en América del Sur durante la década de 1940, realizando conciertos regulares.
Fue también en este continente donde Andrés encontró una fórmula exitosa para la segunda mitad de su carrera.
Continuó manteniendo un horario de giras por las Américas y Europa, mientras grababa frecuentemente su música, durante los próximos 40 años, hasta su muerte en 1987.
Después de su muerte, provocada por un ataque al corazón en Madrid, fue enterrado en los terrenos de su antigua casa en Linares, que ahora es un museo dedicado a su grandeza.
Su obituario fue publicado en la portada del New York Times, algo que ni siquiera se le concede a los presidentes de los Estados Unidos.
Para presenciar su melodiosa interpretación, solo necesitas escribir su nombre en YouTube. Aquí en el Olive Press, recomendamos la versión de Andrés de ‘Recuerdos de la Alhambra’ de Francisco Tárrega, grabada hace más de un siglo.