DAKAR, Senegal (AP) — Rebeldes de M23 respaldados por Ruanda secuestraron al menos a 130 hombres enfermos y heridos de dos hospitales en una ciudad importante del este del Congo, dijo el lunes Naciones Unidas.
El 28 de febrero, combatientes de M23 asaltaron el Hospital CBCA Ndosho y el Hospital Heal Africa en Goma, una ciudad estratégica que tomaron a principios de este año, dijo en un comunicado la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani.
Los rebeldes se llevaron a 116 pacientes de CBCA y a 15 más de Heal Africa a quienes sospechaban de ser soldados del ejército congoleño o miembros de la milicia pro-gubernamental Wazalendo.
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“Es profundamente angustiante que M23 esté arrebatando pacientes de las camas del hospital en redadas coordinadas y manteniéndolos incomunicados en lugares no revelados”, dijo Shamdasani, pidiendo su liberación inmediata.
Los rebeldes de M23 han avanzado por el este del Congo desde el inicio del año, tomando ciudades clave y matando a unas 3,000 personas en la escalada más significativa del conflicto en más de una década.
En una ofensiva relámpago de tres semanas, el M23 tomó el control de la principal ciudad del este del Congo, Goma, y se apoderó de la segunda ciudad más grande, Bukavu. La región es rica en oro y coltán, un mineral clave para la producción de condensadores utilizados en la mayoría de los dispositivos electrónicos de consumo, como computadoras portátiles y teléfonos inteligentes.
Los rebeldes cuentan con el respaldo de unos 4,000 soldados de Ruanda, según expertos de la ONU, y en ocasiones han prometido llegar hasta la capital del Congo, Kinshasa, a más de 1,000 millas (1,600 kilómetros) de distancia.
Ruanda ha acusado a Congo de reclutar combatientes hutus étnicos responsables del genocidio de 1994 en Ruanda contra los tutsis minoritarios y los hutus moderados.
M23 dice que está luchando para proteger a los tutsis y congoleños de origen ruandés de la discriminación y quiere transformar al Congo de un estado fallido a uno moderno. Los analistas han calificado esos pretextos para la participación de Ruanda.
Al menos 11 personas murieron y decenas resultaron heridas la semana pasada cuando explosiones en Bukavu golpearon una concentración celebrada por líderes del grupo rebelde M23.