La frontera de Gaza con Egipto está reabriendo para permitir que los palestinos enfermos y heridos abandonen el enclave, dijeron funcionarios el viernes, después de más de ocho meses en los que muchos quedaron atrapados allí. La reapertura del cruce en Rafah, que ha sido durante mucho tiempo la línea de vida del enclave con el mundo exterior, es una condición clave del acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamas. Los mediadores esperan que el acuerdo, que ha comenzado con un alto el fuego de 42 días y intercambios de rehenes por prisioneros, ponga fin en última instancia a la devastadora guerra de 15 meses en Gaza. Como parte de la tregua, Israel acordó reabrir el cruce de Rafah después de la liberación de las últimas rehenes vivas retenidas por Hamas, lo cual tuvo lugar el jueves. Israel se comprometió a permitir que hasta 50 militantes enfermos y heridos salgan a través de Rafah por día, además de mujeres y niños palestinos que necesiten atención médica. Se esperaba que el primer grupo de gazatíes saliera el sábado después de que funcionarios europeos y palestinos realizaran una prueba piloto de los nuevos arreglos en el cruce, según dos diplomáticos europeos que hablaron bajo condición de anonimato para discutir los preparativos delicados. Hamas había supervisado la frontera entre Gaza y Egipto desde que el grupo tomó el control total del enclave en 2007, después de ganar las elecciones en 2006. Israel luego tomó el control del cruce en mayo durante su ofensiva contra Hamas en Rafah. El cruce se estaba reabriendo con un nuevo acuerdo de seguridad entre Israel, Egipto y la Autoridad Palestina respaldada internacionalmente, rival de Hamas, según funcionarios israelíes, palestinos y europeos que hablaron bajo condición de anonimato para discutir la diplomacia sensible. Israel se ha resistido a la idea de que la Autoridad Palestina controlaría Gaza después de la guerra, a pesar de la recomendación de la administración Biden. La visión del presidente Trump para el futuro del enclave sigue siendo incierta. La oficina de Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí, dijo que la “participación práctica de la Autoridad Palestina” sería solo “su sello en los pasaportes”. Las fuerzas israelíes permanecerían “posicionadas alrededor del cruce” y nadie sería permitido pasar sin la aprobación israelí, dijo la oficina de Netanyahu. Kaja Kallas, la principal diplomática de la Unión Europea, dijo en las redes sociales que la misión europea de monitoreo de fronteras se había desplegado en el cruce de Rafah el viernes para “apoyar al personal fronterizo palestino y permitir la transferencia de individuos fuera de Gaza”. Omer Dostri, portavoz del primer ministro israelí, confirmó que el cruce había sido reabierto para permitir que algunos salieran. No se permitiría la entrada de personas o mercancías comerciales por el momento, escribió en un mensaje de texto. Las fuerzas israelíes entraron en Rafah en mayo pasado, capturando todo el corredor fronterizo con Egipto, incluido el cruce. Israel acusó a Hamas de usar su control de la frontera para contrabandear armas para armar a sus fuerzas, prometiendo no permitir que los militantes retomaran el control allí nuevamente. Con el cruce cerrado, funcionarios israelíes, egipcios y palestinos celebraron rondas repetidas de conversaciones pero no pudieron ponerse de acuerdo en términos para reabrir la frontera. Los gazatíes que esperaban huir del enclave devastado en su mayoría quedaron atrapados en su interior, aunque se permitió que algunas personas enfermas y heridas salieran a través del territorio israelí.
