En un paisaje cinematográfico a menudo dominado por la acción trepidante y las epopeyas expansivas, The Penguin Lessons surge como un aliento de aire fresco y refrescante: un relato tierno, peculiar e inesperadamente profundo que demuestra que a veces las criaturas más pequeñas pueden enseñarnos las lecciones más grandes. Dirigida por Peter Cattaneo y protagonizada por Steve Coogan, esta película adapta las memorias de Tom Michell con una mezcla de humor, corazón y un toque de historia. Ambientada en el convulso contexto de la Argentina de 1976, es una historia sobre la conexión, el coraje y las formas sorprendentes en que la vida puede cambiar cuando un pingüino se adentra en tu mundo.
Steve Coogan brilla como Tom Michell, un profesor británico desilusionado que llega al Colegio St. George en Buenos Aires esperando poco más que un salario y una existencia tranquila. El ingenio seco característico de Coogan está en pleno apogeo, retratando a Tom como un hombre que ha dominado el arte de la indiferencia, hasta que el destino, en forma de un pingüino cubierto de aceite, interviene. Desde el momento en que rescata de mala gana al ave en una playa uruguaya, Coogan dota a Tom de un encanto reacio que es tanto hilarante como enternecedor. Su entrega imperturbable transforma incluso las frustraciones más mundanas, como contrabandear un pingüino a través de las fronteras, en oro cómico.
El pingüino, llamado Juan Salvador por el personal de la escuela, es la estrella indiscutible de la película, y Cattaneo sabiamente permite que brille su carisma natural. Ya sea caminando por el departamento de Tom o inclinando la cabeza en un juicio silencioso, Juan Salvador roba cada escena en la que aparece. La decisión de utilizar pingüinos reales (con un toque de magia animatrónica) en lugar de CGI da sus frutos, anclando la película en un calor auténtico.
Lo que eleva The Penguin Lessons más allá de una simple comedia de amigos animales es su sutil entrelazamiento del golpe militar argentino de 1976 en la narrativa. Si bien la película nunca profundiza demasiado en el tema político, manteniendo su enfoque en la transformación personal en lugar de la nacional. El guion de Jeff Pope es una clase magistral en tono, mezclando travesuras alegres con momentos de tristeza genuina. El guion no se aparta del dolor personal de Tom, una historia de pérdida que Coogan transmite con un poder sobrio, pero nunca deja que la película caiga en el melodrama. En cambio, encuentra alegría en lo absurdo: Tom cargando a Juan Salvador en una bolsa de mano, el pingüino interrumpiendo la clase con un timing impecable, o los estudiantes unidos alrededor de su nueva mascota.
En su núcleo, esta es una historia sobre el redescubrimiento. Tom comienza como un hombre a la deriva, pero a través de Juan Salvador, encuentra un propósito: no solo en enseñar poesía a una sala de chicos inquietos, sino en defender a quienes lo rodean. The Penguin Lessons no es una película ruidosa, ni pretende ser revolucionaria. Está contenta de ser una pequeña joya bellamente elaborada que te deja sonriendo y tal vez un poco emocionado. Las imágenes de la vida real de Michell y su pingüino durante los créditos son la guinda del pastel, un recordatorio de que esta amistad extravagante realmente sucedió y que la verdad puede ser tan encantadora como la ficción.
The Penguin Lessons llega a los cines de Luna Palace el jueves 17 de abril de 2025, con una proyección especial de té por la tarde el domingo 13 de abril.
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