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Jugar contra lo mejor de Bondy no fue tarea fácil, dado que la cantidad de futbolistas profesionales entre sus exalumnos, que incluye al defensor del Arsenal William Saliba, está en cifras de dos dígitos.
El Proyecto Mbappé no se detuvo allí.
Mientras un adolescente Mbappé colocaba fotos de Ronaldo y veía viejas grabaciones de Zinedine Zidane, otro superastro del Real Madrid, había un tercer modelo a seguir mucho más cercano: Jires Kembo Ekoko, su hermano adoptivo.
Ekoko fue acogido por los padres de Mbappé cuando tenía nueve años y fue seleccionado para la academia nacional de la Federación Francesa en Clairefontaine antes de jugar profesionalmente para el Rennes en la Ligue 1.
Ekoko era más de una década mayor que Mbappé pero tuvo un gran impacto.
A la edad de seis años, Mbappé aprendió el himno nacional francés, explicando a su maestro que “un día jugaré en la Copa del Mundo para Francia”.
No solo Wilfried y Fayza creían que Mbappé estaba destinado a grandes cosas.
Nike llamó con zapatos gratuitos cuando tenía solo 10 años. Poco más de seis años después, hizo su debut en el primer equipo del Mónaco. Pero el progreso entre esos dos puntos no fue sencillo.
Allan Momege fue compañero de clase de Mbappé en Clairefontaine.
“En el momento en que lo conocí, no era el jugador que más me impresionaba”, dice Momege de Mbappé en el documental de la BBC Sport.
“No destacaba para mí como jugador durante las pruebas. La primera vez que lo vi jugar, no pensé, ‘¡Guau!’
“Había selecciones regionales y Kylian no estaba en el mejor equipo.”
Matt Spiro, autor y experto en fútbol francés, ecoea a Momege.
“Kylian inicialmente lo pasó un poco mal en Clairefontaine”, dice. “Estuvo allí durante dos años y durante el primer año, ciertamente no era el mejor de su grupo. Creo que incluso Kylian lo admitiría.
“Mbappé jugaba en el ala y a menudo estaba de mal humor. Tuvo un estirón de crecimiento, creo que hacia el final de su primer año en Clairefontaine, y para el segundo año, realmente empezaba a parecer un negocio.”
“Entonces la gente pensaba, tenemos un talento muy, pero que muy especial entre manos.”
Ese talento fue descubierto por los cazatalentos del Mónaco en julio de 2013, cuando tenía 14 años.
Mudarse de los suburbios parisinos a la próspera y soleada Costa Azul a tan corta edad podría haber hecho que otros se encerraran en sí mismos.
No así el chico de Bondy.
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