El respaldo al Sr. Kennedy fue consistentemente notable. Siempre obtuvo entre el 9 y el 12 por ciento en los seis estados, con seguidores distribuidos de manera uniforme entre ciudades, suburbios y zonas rurales, así como entre trabajadores de altos y bajos ingresos.
Sin embargo, el impacto del Sr. Kennedy en la contienda Biden-Trump fue diferente en cada estado.
En Michigan, la inclusión del Sr. Kennedy ayudó a que el Sr. Biden redujera la brecha con el Sr. Trump entre los votantes registrados en cinco puntos porcentuales. Pero en Wisconsin, Nevada y Arizona, la ventaja de Trump se amplió en dos puntos porcentuales cuando se incluyó al Sr. Kennedy.
Cuando la encuesta consideraba solo a los votantes probables, el Sr. Biden lideraba por poco en Michigan, pero perdía en Wisconsin.
No estaba claro qué causaba precisamente las diferencias entre los estados.
Lo que sí estaba claro era que a seis meses de las elecciones, el respaldo al Sr. Kennedy parece ser mucho más frágil que el de los dos principales candidatos. Aproximadamente el 90 por ciento de los seguidores del actual o ex presidente dijo que era muy probable o casi seguro que votarían. Pero solo dos tercios de los seguidores del Sr. Kennedy dijeron lo mismo. Y solo el 29 por ciento de los seguidores del Sr. Kennedy dijeron que definitivamente lo apoyarían este otoño, en comparación con aproximadamente el 80 por ciento que lo dijeron entre los seguidores de Biden y Trump.
Eso deja un amplio margen para que tanto los demócratas como los republicanos definan al Sr. Kennedy y traten de reconquistar a sus seguidores tradicionales.