¿Qué debo hacer con mi dinero en efectivo? – ButterWord

El anuncio de tarifas generalizadas de Trump ha causado una agitación en el mercado de valores, aumentando las posibilidades de una recesión. Esta agitación económica podría tener implicaciones de gran alcance, y la primera preocupación de muchos estadounidenses, y el resultado sobre el que creen tener el mayor control, es cómo manejar sus ahorros de jubilación y otras inversiones. A pesar de que las pérdidas recientes en sus cuentas de 401(k) pueden provocar pánico, los expertos advierten a la mayoría de las personas (especialmente a aquellos que no están cerca de la jubilación o que se han retirado recientemente, en cuyo caso, el consejo puede variar) que no hagan cambios drásticos en su estrategia de inversión.

La situación financiera actual está impulsada por el miedo, según Meir Statman, profesor de finanzas en la Universidad de Santa Clara y autor de “Una gran cantidad de bienestar: un enfoque holístico para las finanzas conductuales”.

La orientación financiera más sólida será la más habitual: mantener el rumbo, no permitir que las emociones sean el único impulsor de las decisiones y considerar el pasado como una guía.

Las decisiones financieras a largo y corto plazo están influenciadas por una combinación de emoción y lógica, según Statman. Sin embargo, es importante no permitir que los sentimientos superen la razón. Las pérdidas recientes en acciones han provocado reacciones emocionales: miedo, incertidumbre, ira. Al mismo tiempo, el proceso de pensamiento dialéctico sugiere que el mercado seguirá disminuyendo basado en su comportamiento reciente. Para evitar perder más dinero, la gente tiende a pensar que es hora de vender sus acciones.

“Los mejores días en el mercado a menudo vienen inmediatamente después de los peores días del mercado y nadie va a sonar una campana cuando llegue el momento”.

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– Greg McBride, analista financiero principal de Bankrate

Resistir el impulso de actuar rápidamente y tener una visión a largo plazo puede ayudarlo a prepararse mejor para cuando inevitablemente vuelva a ocurrir. Los horizontes de inversión, especialmente para algo como la jubilación, se miden en décadas, no en días, semanas o meses”, dice McBride. “No podemos permitir que los eventos a corto plazo o la volatilidad nos distraigan del premio real”.