La medicina genómica aprovecha la información genética de un individuo para orientar las decisiones de atención médica, con las pruebas de genes de drogas (también conocidas como farmacogenómica, o PGx) siendo una aplicación clave que personaliza las necesidades de medicación en función de la genética. Aunque las pruebas de PGx ofrecen un enfoque más preciso y personalizado para recetar medicamentos de manera más segura y efectiva, beneficiando tanto a los pacientes como a los sistemas de atención médica, su adopción clínica generalizada sigue siendo limitada. El cambio hacia la implementación de pruebas de PGx por parte de instituciones médicas muestra promesas, pero la evidencia que respalda su amplia realización aún está emergiendo. Un ejemplo notable del rezago en la adopción de PGx es la falta de pruebas de variantes genéticas que pueden llevar a toxicidades severas con tratamientos contra el cáncer.
