Una jugosa hamburguesa con queso. Crédito: Pixabay.
Si bien las dietas basadas en plantas y los sustitutos de la carne han ganado tracción, todavía representan solo una pequeña fracción del mercado. Sin embargo, una nueva iniciativa de £38 millones (€44 millones) en el Reino Unido tiene como objetivo cambiar eso promoviendo el desarrollo y la aceptación de proteínas alternativas obtenidas de insectos, hongos y carne cultivada en laboratorio.
La iniciativa, liderada por la agencia de innovación del Reino Unido, UK Research and Innovation (UKRI), ha destinado £15 millones (€17.4 millones) para lanzar el Centro Nacional de Innovación de Proteínas Alternativas (NAPIC, por sus siglas en inglés). Este nuevo centro de investigación reunirá a científicos, empresas y grupos agrícolas para explorar el potencial de las proteínas alternativas para mejorar la salud, apoyar la sostenibilidad ambiental y mejorar la seguridad alimentaria.
Se han asegurado £23 millones adicionales (€26.6 millones) de partes interesadas en varios sectores, lo que convierte a esta en una inversión significativa en el futuro de los alimentos.
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Un aumento de la población impulsa la necesidad de alimentos alternativos y sostenibles
Con el aumento de la población mundial, los métodos tradicionales de producción de carne se perciben cada vez más como insostenibles. La cría de animales para alimentos se ha relacionado con la deforestación, el cambio climático y un alto consumo de agua, sin mencionar las preocupaciones sobre el bienestar animal y las implicaciones para la salud de las carnes procesadas. Las proteínas alternativas, que requieren mucho menos tierra y energía, ofrecen una solución potencialmente prometedora a estos desafíos.
El alcance de las proteínas alternativas es amplio, abarcando productos derivados de insectos, hongos, algas e incluso carne cultivada en laboratorio. A pesar de la promesa, el sector sigue subdesarrollado, con solo el 9 por ciento de las proteínas vendidas en supermercados del Reino Unido provenientes de fuentes vegetales, según WWF.
Además, la carne cultivada en laboratorio aún no ha recibido la aprobación para el consumo humano en el Reino Unido, aunque se ha dado luz verde en otros países como Singapur e Israel.
La profesora Anwesha Sarkar de la Universidad de Leeds, quien lidera el proyecto NAPIC, enfatiza el objetivo de hacer que las proteínas alternativas sean una opción convencional. “Queremos que las proteínas alternativas sean convencionales, para un planeta realmente sostenible”, dijo.
El proyecto se centrará en construir evidencia sobre los beneficios para la salud y los posibles riesgos de estas nuevas fuentes de proteínas, así como en identificar y superar las barreras regulatorias y de mercado.
Esta iniciativa podría ser transformadora para la industria alimentaria del Reino Unido, con el potencial de crear 25,000 empleos y generar £6.8 mil millones (€7.89 mil millones) anualmente para 2035, según el análisis de Green Alliance.
La postura de la UE sobre la carne cultivada en laboratorio
Mientras el Reino Unido avanza, la Unión Europea ha sido más cautelosa, con países como Italia prohibiendo directamente la carne cultivada en laboratorio. Mientras tanto, las nuevas empresas del Reino Unido ya están experimentando con enfoques innovadores. Por ejemplo, Better Dairy está utilizando fermentación de precisión para producir proteínas de leche para la producción de queso, y Ivy Farm de Oxford está trabajando en cultivar carne a partir de células madre animales.
El aumento de las proteínas alternativas no ha estado exento de controversias. Algunos críticos argumentan que muchos de estos productos caen en la categoría de “alimentos ultraprocesados” (AUP), que han sido objeto de un debate continuo sobre sus implicaciones para la salud. Sin embargo, el profesor Tim Spector, cofundador del proyecto de nutrición ZOE, sugiere que las proteínas alternativas ultraprocesadas pueden ser ligeramente más saludables que sus contrapartes a base de carne debido a su mayor contenido de fibra y nutrientes.
El éxito de este proyecto dependerá no solo de los avances científicos y la aceptación del mercado, sino también del apoyo gubernamental y el desarrollo de políticas. Un portavoz del gobierno reafirmó el compromiso de apoyar un sistema alimentario sostenible y saludable, señalando: “Todos deberían tener acceso a una dieta variada y saludable y tomar sus propias decisiones sobre lo que comen”.
A medida que el Reino Unido se posiciona como líder en la industria de proteínas alternativas, los expatriados y locales pronto podrían encontrarse eligiendo entre productos cárnicos tradicionales y sus innovadoras y sostenibles alternativas. El futuro de los alimentos bien podría estar al borde de una revolución