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Junto a todo tipo de protestas relacionadas con la supuesta saturación en toda la isla, parece que otra área de la vida vacacional se ha vuelto algo controvertida en esta temporada de verano. En algún momento, el acto prematuro de ‘reservar’ una tumbona en la piscina era principalmente una molestia menor, pero parece que esta práctica molesta se ha convertido en un verdadero problema para hoteleros y sus huéspedes, ya que aquellos que llegan prematuramente con toallas de playa están a punto de ser desalentados.
Parece que las personas que en el pasado solían dejar casualmente una toalla en una tumbona desde el amanecer hasta el atardecer para demostrar propiedad están a punto de llevarse una gran decepción. Los hoteles, en un esfuerzo por poner fin a esta práctica, han introducido una serie de protocolos en la zona de la piscina que harán que aquellos que buscan reservar las mejores tumbonas estén furiosos de frustración.
Entiendo que aunque siempre he tenido en mente que una cierta nacionalidad era la culpable de esta práctica tan egoísta, parece que este complejo procedimiento de colocación de toallas se ha convertido en una práctica común, y no solo nuestros amigos alemanes se dedican a este tipo de comportamiento.
Si eso no fuera suficiente, con la isla aún más concurrida de lo habitual en esta época del año, entiendo que las tumbonas en la playa pueden costar hasta 70 euros para alquilarlas durante una sesión de bronceado en la playa. Quizás ambas prácticas sean solo un reflejo de los tiempos, pero parece que el acaparamiento de toallas y los malos modales con las tumbonas en la playa están en aumento en todo el Mediterráneo en general.
A pesar de que me gusta bromear sobre esta situación colectiva, si has gastado una cantidad considerable de dinero en unas vacaciones de verano en un hotel elegante (¡o no tan elegante!) y luego descubres toallas apareciendo antes del amanecer en los muebles de la piscina, seguramente no estarías muy contento, ¿verdad? Además, cosas como el robo a plena luz del día en la playa al alquilar una tumbona a un joven sospechoso, siempre serán recordadas por el Sr. y la Sra. Turista y la familia.
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