Rob Cameron
Corresponsal en Praga
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La protesta parecía mucho más grande que la última manifestación de este tipo hace dos semanas
Decenas de miles de personas en toda Eslovaquia están manifestándose contra el gobierno del primer ministro Robert Fico, desafiando sus advertencias de que provocadores vinculados a la oposición liberal utilizarían las protestas para provocar un golpe de estado.
Se están celebrando concentraciones en unas 25 ciudades y pueblos eslovacos, la última de una serie de protestas contra su coalición populista-nacionalista.
Los manifestantes están enojados por lo que dicen que Fico está socavando las instituciones del país, su cultura y su posición en la UE y la OTAN, especialmente por sus crecientes ataques a Ucrania y su acercamiento a Moscú.
Fico dice que está siguiendo una política exterior eslovaca “soberana” dirigida a “los cuatro puntos cardinales de la brújula”.
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Robert Fico acusa a la oposición de planear un golpe de estado
Niega las afirmaciones de la oposición de que quiere sacar a Eslovaquia de la UE y la OTAN, diciendo que la membresía de su país en ambas instituciones no está en cuestión.
El sitio web Dennik N estimó que alrededor de 100,000 personas en toda Eslovaquia asistieron a las protestas, con al menos 40,000 solo en la capital.
Se informó que alrededor de 10,000 personas salieron a las calles de Banska Bystrica, una ciudad de 75,000 habitantes.
El jueves, 15,000 personas manifestaron en la segunda ciudad de Eslovaquia, Kosice, para evitar un enfrentamiento con un evento separado que se celebraba esa noche.
No hubo informes de violencia o desorden, a pesar de las advertencias de Fico esta semana de que los provocadores alentarían a los manifestantes a atacar edificios públicos, provocando una reacción policial que conduciría a protestas más grandes.
Más temprano el viernes, Fico dijo a los periodistas que la policía pronto comenzaría a deportar a varios “instructores” extranjeros que afirmaba estaban en Eslovaquia para ayudar a la oposición a tratar de derrocar a su gobierno.
El miércoles convocó una reunión del consejo de seguridad del gobierno, diciendo que los servicios de inteligencia tenían pruebas concretas de que un grupo de provocadores extranjeros que estuvieron involucrados en las protestas recientes en Georgia y en 2014 en Ucrania estaban activos en Eslovaquia.
El servicio de inteligencia doméstica de Eslovaquia, el SIS, ha confirmado las afirmaciones, pero ha dado pocos detalles. La oposición tiene poca fe en el SIS, ya que está dirigido por el hijo de un diputado del partido Smer de Fico.
Fico dijo que un “ataque cibernético a gran escala” que golpeó a la aseguradora de salud del país el viernes era un modelo de libro “de cómo liquidar a un gobierno desobediente que tiene opiniones poco ortodoxas sobre ciertas cosas” – una referencia a su oposición a armar a Ucrania y sus esfuerzos por mejorar las relaciones con Moscú.
Dijo que tales actividades estaban siendo llevadas a cabo “por representantes de la oposición, ONG organizadas desde el extranjero, instructores extranjeros y los medios de comunicación”.
Dennik N luego informó que el incidente en realidad fue un intento de phishing, no un ataque cibernético, y no particularmente grande en escala.
Funcionarios eslovacos han afirmado que un ataque cibernético anterior contra el registro de tierras del país podría haber venido de Ucrania. Kiev ha negado rotundamente la acusación.