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OSOS PARDOS: Reintroducidos en los Dolomitas de Italia a finales de la década de 1990
Crédito de la foto: Ecohustler / Roger Thompson
Un oso que atacó a un turista francés cerca del lago Garda en Trentino el 16 de julio fue abatido por funcionarios forestales el 29 de julio.
La víctima fue trasladada en helicóptero al hospital, donde fue tratada por lesiones que no ponían en peligro su vida, pero el ataque fue la excusa que el gobernador de la provincia de Trento, Maurizio Fugatti, había estado esperando.
Sordo a las críticas no solo de grupos de derechos de los animales, sino también del ministro de Medio Ambiente de Italia, Gilberto Pichetto Fratin, el gobernador dio la orden de abatir a la osa que, según explicaron los expertos, atacó en defensa de sus crías.
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Dos órdenes anteriores de matar al oso de 22 años identificado como KJ1 fueron suspendidas después de apelaciones, pero Fugatti dio la orden tarde en la noche para evitar un desafío de último minuto.
Las autoridades provinciales afirmaron que el ataque del 16 de julio fue el último de “al menos” siete interacciones que involucraron a KJ1 desde 2017.
Fue abatida en el bosque en las primeras horas del 30 de julio y la protesta no tardó en llegar.
“Ya le había dicho a Fugatti que matar osos individuales no era la solución”, dijo Picchetto Fratin después
Esterilizar osas consideradas una amenaza potencial para los humanos era la mejor manera de abordar el problema, agregó el ministro.
Los ambientalistas también expresaron “profundas preocupaciones” sobre el destino de las tres crías.
Los osos pardos de Eslovenia fueron reintroducidos en las montañas Dolomitas del noreste de Italia a finales de la década de 1990, y desde el punto de vista de los conservacionistas, el proyecto ha sido un éxito. Aproximadamente 100 osos pardos viven ahora en la región.
KJI fue el segundo oso abatido por orden de Fugatti este año, siguiendo al sacrificio de M90 el pasado febrero después de que el gobernador provincial declarara que era un “peligro para la seguridad pública”.
De hecho, la muerte de Andrea Papi, desgarrado hasta la muerte en abril de 2023 mientras trotaba, fue la primera en la memoria reciente.
El oso responsable del ataque, JJ4, fue separado de sus crías y actualmente se encuentra en una reserva de vida silvestre en Castellar, donde los planes de Fugatti de sacrificarlo han sido frustrados por apelaciones de grupos de derechos de los animales.