Tras los recientes incendios forestales en Campoamor y Las Ramblas, el Ayuntamiento de Orihuela quiere proteger el pastizal y sus alrededores como Pilar de la Horadada, que ya cuenta con refuerzos para sus zonas protegidas y bosques de pino en verano.
El susto de la semana pasada fue enorme, con más de doce hectáreas afectadas, lo que llevó al ayuntamiento a insistir en la necesidad de contar con bomberos forestales en verano, cuando el calor y el viento – el principal problema de este incendio reciente – avivan las llamas, devastando extensas zonas de bosques de pino como los que bordean el paisaje costero. Ahora, el equipo de gobierno está exigiendo que la Generalitat tenga un departamento de bomberos forestales con base en Orihuela Costa.
La estación de bomberos más cercana a la costa oriolana se encuentra en Torrevieja, operada por la Diputación y a 15 kilómetros de los incendios de la semana pasada. Los bomberos forestales, más especializados en este tipo de incendios, llegaron más tarde desde Jijona, a poco más de 100km de distancia.
Aunque la distancia no es excesiva, dependiendo del incendio puede ser crucial. Tan solo unos minutos pueden marcar la diferencia en la prevención de la propagación, especialmente cuando bosques de pino como la Dehesa de Campoamor se ven afectados por la sequía.
Desde hace muchos años, el municipio de Pilar de la Horadada cuenta con una base de verano proporcionada por el Consorcio provincial que opera durante el día. Pilar de la Horadada tiene múltiples áreas forestales en su interior, en la cuenca del río Seco, como el Pinar de la Perdiz y las estribaciones de la Sierra Escalona, con muchas urbanizaciones pobladas.
Mientras la Guardia Civil continúa con las investigaciones sobre el origen de los incendios en Campoamor, la posible presencia de un incendiario es uno de los principales escenarios que se están considerando. Esta hipótesis cobró fuerza el viernes porque, cuando el fuego se reavivó en la misma zona quemada, al mismo tiempo se desató otro incendio en la urbanización El Galán, en San Miguel de Salinas.