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Regular el fenómeno de las personas que viven en autocaravanas y caravanas se ha convertido claramente en un problema en Palma, donde una nueva ordenanza cívica está destinada a evitar que estas personas pasen la noche en sus vehículos.
Se han establecido asentamientos de autocaravanas, como el de Son Hugo. Pero además del Ayuntamiento de Palma, estos espacios de vida improvisados han llamado la atención de otros que, en general, se han visto afectados por el problema de la vivienda que existe en Palma y en otros lugares de Mallorca: los okupas.
En estos asentamientos, las personas se cuidan mutuamente tanto como sea posible. Ahora están empezando a organizarse para proporcionar vigilancia. “Si vemos a alguien sospechoso, estamos alerta y vigilamos si tienen la intención de okupar”, dice un residente de Son Hugo.
Como está, debido a la ordenanza, sienten que tienen todo que perder. Además de esto, ha llegado la amenaza de perder el vehículo. “Pero no podemos pasar todo el día esperando a que alguien ocupe una caravana.”
Muchos de estos residentes son personas trabajadoras que no pueden permitirse alquilar o comprar. Debido a que están trabajando, no están todo el tiempo en el lugar. Algunos están fuera durante unos días debido a su trabajo.
Viven en los vehículos por necesidad, no por elección. Se enfrentan a una gran incertidumbre. Y ahora también se enfrentan a la preocupación de que alguien pueda ocupar sus hogares.
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