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Poco después de las 9 de la mañana del sábado, Vítor Aníbal Temporao, de 47 años y acusado del asesinato de su suegra, llegó a los juzgados de Manacor.
No intentó ocultar su rostro y parecía tranquilo después de haber pasado tres noches en la celda. Antes de su comparecencia ante el juez, no había ofrecido a los investigadores ninguna explicación de los eventos del miércoles por la noche. Sin embargo, proporcionó una versión de los hechos al juez pero no confesó haber asesinado a Erika Röhrig, de 74 años. Fue puesto en custodia.
Aunque estaba separado de su esposa, seguía viviendo con ella y su suegra en la casa de Erika en la urbanización Ses Colònies en Colonia Sant Jordi.
Alrededor de las 7 de la tarde del miércoles, llegó a la casa, fue al frigorífico y no encontró cerveza. Se enfureció con Erika porque no había alcohol en la casa. Hubo una acalorada discusión. Se alega que la golpeó varias veces; un hacha fue utilizada en el ataque.
Los vecinos escucharon gritos y llamaron a la Policía de Ses Salines. Ellos y la Guardia Civil encontraron a Erika en el suelo del garaje en un charco de sangre y con heridas abiertas en la cabeza.
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