El Ministerio de Salud de la Comunidad Valenciana está priorizando las consultas médicas presenciales sobre las consultas telefónicas, a pesar de la escasez general de médicos.
Durante la pandemia, las consultas telefónicas se utilizaron ampliamente para evaluar el COVID-19 y aliviar la presión en los centros de salud abarrotados. Sin embargo, bajo un nuevo modelo de programación que se está implementando en Alicante, Valencia y Castellón, las consultas telefónicas ahora están limitadas a seis por día para cada médico.
El objetivo de este cambio es restaurar la normalidad previa a la pandemia, asegurando que las consultas presenciales sean el método principal de atención. Sin embargo, esta transición ha provocado tiempos de espera más largos para las consultas telefónicas, en algunos casos incluso más largos que las consultas en persona. Los críticos argumentan que la falta de inmediatez puede obstaculizar las respuestas médicas rápidas.
Los funcionarios de salud, incluidos Marciano Gómez y Eva Suárez, han defendido el cambio, afirmando que agilizará la gestión de citas, integrará herramientas digitales y reducirá la burocracia.
Si bien algunos médicos reconocen la necesidad de priorizar la atención en persona, otros advierten que la reducción de los horarios telefónicos podría ser demasiado restrictiva, limitando el acceso a consejos médicos rápidos.
El sistema se encuentra actualmente en una fase de transición, con el objetivo de reducir los tiempos de espera a tres o cuatro días para visitas en persona, al mismo tiempo que se introducen nuevos tipos de consultas, como citas administrativas.
Algunos profesionales siguen preocupados por el impacto en la conveniencia de los pacientes, especialmente para las poblaciones más jóvenes que prefieren la telemedicina.
Imagen: Foto de Pavel Danilyuk