Al amanecer del martes, dos globos aerostáticos se elevaron sobre Puerto Soller, los primeros vuelos comerciales con pasajeros ofrecidos por Ricardo Aracil, un experimentado piloto e instructor y propietario de la empresa de globos aerostáticos, Mallorca Balloons.
Aracil y Carlos Toribio pilotaron los dos globos con espacio para hasta doce pasajeros. Los vientos los llevaron sobre las cumbres de Penyal des Migdia, Puig de Masanella, Puig Tomir y L’Ofre, alcanzando una altitud de casi 1.900 metros.
Fue un vuelo de una hora, durante el cual los pasajeros pudieron apreciar un hermoso paisaje, las montañas rodeadas de nubes y el mar interminable, así como los pequeños pueblos al pie de la Tramuntana. Los dos pilotos se comunicaron por radio con el equipo en tierra que se dirigía hacia Inca para, una vez aterrizados, recoger a los pasajeros.
Fue un vuelo muy exclusivo que podría repetirse en otras ocasiones. “Sería solo para residentes, no para turistas, por la simple razón de que solo podríamos confirmar el vuelo la noche anterior e incluso podría ser cancelado momentos antes de despegar. Todo depende del viento y las condiciones meteorológicas”, dice Aracil.
Más adelante este año, él irá a Nueva Delhi y presentará la candidatura de Mallorca para la competencia europea de 2027, que vería a la isla albergar más de 120 globos aerostáticos de todo el mundo durante once días.