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Un emotivo servicio fúnebre se llevó a cabo en la Catedral de Valencia el lunes 9 de diciembre, en memoria de la pérdida de 222 víctimas en las inundaciones de DANA un mes antes, pero no estuvo exento de controversia.
Organizado por el Arzobispo de Valencia y supervisado por el Rey y la Reina de España, el servicio contó con la presencia de familiares de las víctimas y figuras institucionales. Sin embargo, Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno, no estuvo presente, una situación que ha generado una considerable controversia.
Hubo una pequeña tregua después de semanas de amarga ira y protestas dirigidas contra el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, así como contra Pedro Sánchez, con casi 400 familiares de los fallecidos en la catástrofe, muchos de los cuales, según informes, no habían recibido invitaciones.
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Los Reyes fueron aclamados al llegar al servicio
En el exterior, la atmósfera era muy diferente. El Rey Felipe y la Reina Letizia fueron aclamados a su llegada a la catedral. Entraron por la misma puerta que los familiares. Allí, sus majestades recibieron aplausos de aquellos detrás de vallas de seguridad en un perímetro con fuertes medidas de seguridad. Se escucharon gritos de ‘Viva el Rey’, acompañados de consignas contra los políticos.
Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, abucheado
A uno de los familiares se le impidió entrar por la puerta principal justo cuando el Presidente Mazón y los líderes de Murcia y Aragón estaban saliendo de su coche. Otro mostró su enojo por tener que dar la vuelta para entrar por una puerta lateral después de haber perdido a tres amigos cercanos. Otro, que había perdido a su padre en la tragedia, decidió marcharse antes de que comenzara el servicio y dijo a las cámaras de televisión: ‘No me importa si son de izquierda, derecha o centro. Uno porque no pidió ayuda y el otro porque no la dieron a los que se estaban ahogando. Así que me levanté y me fui.’
Además de dignatarios del gobierno central y los reyes, la solemne misa contó con la presencia del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón; alcaldes de todas las localidades afectadas por las inundaciones; el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo; y varios presidentes autonómicos de toda España.
Después de las críticas de los familiares, en las que revelaron que muchos no habían sido invitados al servicio, la Archidiócesis de Valencia habilitó un servicio de autobuses para que aquellas familias que habían perdido seres queridos y que no tenían coche o transporte público para llegar a la ciudad de Valencia pudieran asistir. Los autobuses partieron de las localidades de Alaquàs, Aldaia, Torrent, Picanya, Paiporta, Albal, Catarroja, Alfafar, Benetússer, Sedaví, Massanassa, Beniparrell y Llocnou de la Corona. El tsunami de barro y escombros todavía recorre muchas de las calles de esas localidades afectadas por la inundación.