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Niños saliendo de la escuela en Londres.
Crédito: Shutterstock, Yau Ming Low
Un nuevo estudio de la Universidad de Bath muestra que un 20% más de niños faltan a la escuela los viernes que cualquier otro día de la semana, especialmente en áreas de bajos ingresos.
Olviden las maratones de Netflix o los juegos interminables, aparentemente, los alumnos están faltando a la escuela los viernes porque los padres quieren evitar el tráfico de los días festivos o aprovechar vacaciones más largas. Lo llaman el “efecto viernes.“
La ex Secretaria de Educación Gillian Keegan sugirió que el aumento de ausencias podría estar relacionado con los padres que trabajan desde casa, pero el estudio de la Universidad de Bath no encontró evidencia que respalde esto.
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Los economistas que llevaron a cabo el estudio señalaron que estos patrones de ausencias podrían contribuir al aumento general de niños faltando a la escuela, que la Secretaria de Educación Bridget Phillipson ha descrito como una “epidemia de ausencias”. Otros países como Suecia también están viendo más niños faltar a la escuela, especialmente desde la pandemia.
Puede haber otros factores que hacen más aceptable tomar los viernes libres, posiblemente relacionados con presiones financieras debido a la crisis del costo de vida y las vacaciones caras. Los investigadores creen que abordar las ausencias podría reducir su impacto en un tercio a la mitad.
La coautora del estudio Joanna Clifton-Sprigg recomienda intervenciones simples, como boletines informativos o recordatorios a los padres sobre el impacto negativo de las ausencias en el rendimiento académico. Las escuelas también podrían hacer los viernes más atractivos con actividades como ceremonias de premios para fomentar la asistencia.
Los funcionarios de educación enfatizan la importancia de la asistencia constante, haciendo hincapié en que cada día escolar, incluidos los viernes, es crucial para el aprendizaje.
Los líderes escolares instan a los padres a evitar sacar a los niños de la escuela sin un buen motivo, destacando que incluso un día perdido puede afectar los resultados educativos.
Los funcionarios de educación están promoviendo la idea de que cada día escolar cuenta, incluso los viernes. El gobierno está tomando medidas, con multas por ausencias no autorizadas que comienzan en £80 y aumentan a £160. La Secretaria de Educación Bridget Phillipson llamó a todos estos días perdidos una “epidemia de ausencias”. Sin embargo, se está animando al personal escolar a abordar casos que involucran a alumnos con necesidades especiales, discapacidades, condiciones de salud mental o enfermedades graves a largo plazo con sensibilidad, ya que puede ser más difícil para ellos asistir a clase en ciertos momentos.
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