Las fuerzas israelíes lanzaron el martes los ataques más grandes y mortales contra Gaza desde un alto el fuego con Hamas que comenzó aproximadamente hace dos meses. La lluvia de bombas aéreas, que rompió el frágil alto el fuego en el enclave, mató a cientos de personas, según las autoridades sanitarias locales.
Más tarde el martes, Israel dejó claro que continuaría atacando como parte de un intento de forzar a Hamas a comprometerse en las conversaciones de alto el fuego en una nueva fase del conflicto. Hamas no respondió de inmediato militarmente a las acciones de Israel.
Justo antes de las 2:30 a.m. hora local, el ejército israelí anunció que estaba llevando a cabo “extensos ataques” contra objetivos de Hamas. Al menos 400 palestinos, incluidos niños, murieron en los ataques, según el ministerio de salud de Gaza. Las cifras del ministerio no diferencian entre civiles y combatientes.
Hamas anunció públicamente la muerte de al menos cinco altos funcionarios entre el liderazgo de Gaza del grupo. Dos eran funcionarios en la oficina política del grupo, y otros tres, incluido Bahjat Abu Sultan, el director de la temida agencia de seguridad interna de Hamas, ocupaban roles de seguridad de alto nivel.
Cuando Israel lanzó los ataques, algunas personas estaban preparando una comida especial antes del ayuno diario de Ramadán. Otros fueron sacudidos de su sueño. Después de dos meses de relativa calma, las explosiones generalizadas dejaron a los gazatíes con un mensaje inequívoco: la guerra había regresado, al menos por ahora.