¿Por qué España ha visto muchos menos incendios forestales este año?

ESPAÑA ha visto una gran caída en la cantidad de terreno destruido por incendios forestales en los primeros ocho meses de 2023, alrededor de la mitad del promedio de la última década.

Las cifras hasta el 25 de agosto del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) mostraron que más de 42,000 hectáreas han sido devastadas en comparación con casi 79,000 hectáreas el año pasado.

El peor año de la década fue 2022 con casi 249,000 hectáreas quemadas.

La gran reducción de este año se debe a la lluvia por encima del promedio hacia finales de la primavera, junto con menos olas de calor durante el verano y la llegada de lluvias y tormentas en agosto.

El profesor de ingeniería forestal de la Universidad de Lleida, Víctor Resco, dijo que era una buena noticia que el clima favoreciera menos incendios forestales, pero advirtió que la ‘masa forestal extendida’ favorece la ‘gestación de lo que serán futuros megaincendios’.

Los megaincendios se caracterizan por su gran tamaño y virulencia, y aunque suelen ser pocos en comparación con el resto, son cada vez más ‘más dañinos’ y se ven agravados por el cambio climático.

Según las cifras de Miteco, el número de grandes incendios de más de 500 hectáreas hasta ahora este año es de 16, solo uno menos que en 2023.

En 2018, solo hubo tres grandes incendios, pero en 2022 se produjeron 55 de estos incendios.

Víctor Resco dijo a la agencia de noticias Efe: “No es recomendable que en algunos años se queme mucho bosque y en otros mucho menos, porque eso añade combustible forestal acumulado, con el peligro de que acabe ardiendo en cualquier momento propicio para que eso suceda’.

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Resco comentó que la disminución de las áreas forestales quemadas ‘no necesariamente debe entenderse como una buena noticia’, ya que la disminución de este año se debe realmente a ‘factores climatológicos fortuitos e imprevistos’.

“Las políticas preventivas para combatir son más efectivas y menos costosas que el último recurso de extinguir”, dijo.

“No es aceptable que tengamos que vivir condenados a sufrir incendios descontrolados”, agregó Resco.

“Sabemos lo que tenemos que hacer para gestionar el fuego correctamente desde la prevención; sabemos cómo hacerlo y a qué costo”, explicó.

La gran mayoría de los incendios forestales tienen su origen en la actividad humana debido a la negligencia, accidentes o intencionalidad, aunque el número de igniciones ha estado disminuyendo durante años y el enfoque, según Resco, debería estar en ‘controlar los megaincendios’.

En su opinión, el abandono rural, el estado inadecuado de la vegetación que conduce a los incendios y otras causas como el cambio climático son factores que requieren mayor atención para el control efectivo de los incendios forestales.