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Una votante emite su voto en Nuuk mientras su bebé espera cerca
Nunca ha habido tanto interés internacional en Groenlandia y sus elecciones, después de que el Presidente Donald Trump dijera que quería hacer que el territorio semi-autónomo danés fuera parte de los EE. UU.
Alrededor de 44,000 groenlandeses de una población de 57,000 son elegibles para votar para elegir a 31 diputados, así como al gobierno del país.
Seis partidos están en la boleta. Cinco favorecen la independencia de Groenlandia de Dinamarca, diferenciándose solo en cuán rápido debería suceder.
El actual primer ministro, Mute B Egede, ha dejado claro que Groenlandia no está en venta y merece ser “tratada con respeto”.
Su partido Inuit Ataqatigiit (IA) se proyecta que salga como el primero con el 31% de los votos, seguido por el socialdemócrata Simiut.
¿Cómo funciona la votación?
Hay 72 centros de votación dispersos alrededor de la costa de Groenlandia y la votación continúa hasta las 20:00 (22:00 GMT), con resultados esperados temprano el miércoles.
El tamaño considerable de Groenlandia y la lejanía de muchos de sus asentamientos y pequeños pueblos significa que entregar las papeletas a tiempo puede ser un desafío.
Ninguna de las ciudades están conectadas por carretera o tren, y la isla está expuesta a un clima ártico extremo.
En 2018, los 55 residentes de Savissivik en el norte de Groenlandia nunca recibieron sus papeletas debido al mal tiempo, según informes daneses. Así que un gerente de la base de Air Greenland en su 4×4 y un cazador local en trineo de perros se unieron para entregar las papeletas a tiempo.
Aviones, helicópteros, barcos, lanchas rápidas, autos, motonieves y trineos de perros se emplean rutinariamente para asegurar que las papeletas lleguen a todos los rincones del país antes de las elecciones.
Cuando cierran las urnas, las estaciones envían sus resultados por correo electrónico a los cinco municipios de Groenlandia para ser agregados al recuento.
En las últimas elecciones parlamentarias en Groenlandia en 2021, la participación electoral fue del 65.9%.
¿Por qué todo el mundo habla de independencia?
El estado del sistema de salud, problemas sociales, pesca y economía han sido discutidos durante la campaña electoral.
Pero es la cuestión de la independencia de Groenlandia de Dinamarca la que ha dominado el debate.
Aunque ahora es semi-autónomo, Groenlandia ha estado bajo el control de Dinamarca – a casi 3,000 km de distancia – durante unos 300 años.
Naleraq – actualmente el mayor partido de oposición – ha ganado impulso y promete realizar una votación rápida sobre la independencia en tres o cuatro años.
Otros partidos son más cautelosos y han evitado dar plazos exactos.
Romper lazos con Dinamarca sería un gran golpe para la economía de Groenlandia, que depende del sector pesquero. Los subsidios daneses actualmente contribuyen con más de $565 millones (£435 millones) al año – una quinta parte de su producción económica total o PIB.
“En este momento, [Groenlandia] no está lista para la independencia”, dijo el director del Banco de Groenlandia Martin Kviesgaard a los medios daneses en vísperas de las elecciones. “Se requerirán muchos años para estar completamente preparados para ello, si se habla de ser financieramente autosuficiente… La pesca no es suficiente.”
Los errores coloniales del pasado han significado que Dinamarca ha mantenido en gran medida al margen del debate sobre la independencia.
La primera ministra Mette Frederiksen ha dicho repetidamente que son los groenlandeses quienes deben decidir su futuro.
¿Cómo ha influenciado Trump el debate?
El presidente de EE. UU. lanzó por primera vez la idea de comprar Groenlandia en 2019, hacia el final de su primer mandato.
Sin embargo, desde el comienzo de este año, ha expresado interés en adquirir la isla ártica con una frecuencia creciente, alarmante para muchos en Groenlandia y también en Dinamarca.
En enero, el hijo de Trump, Donald Jr., visitó Groenlandia en lo que dijo era un “paseo personal de un día”, pero que generó verdadero nerviosismo de que el interés de los Trump no fuera solo pasajero.
Groenlandia se encuentra en la ruta más corta de América del Norte a Europa, lo que la hace estratégicamente importante para los EE. UU.
También tiene una gran instalación espacial estadounidense y reservas de minerales valiosos que hasta ahora han sido difíciles de explotar.
La semana pasada, Trump le dijo al Congreso de EE. UU. “vamos a conseguir [Groenlandia] – de una forma u otra”.
Por lo tanto, la sombra del presidente ha sido muy grande sobre estas elecciones.
En el debate final de candidatos el domingo por la noche, cinco de los seis líderes de partido dijeron que no creían que el presidente de EE. UU. pudiera ser confiable.
Si Groenlandia eventualmente elige la independencia de Dinamarca, entonces tendría la libertad de buscar lazos más estrechos y estar mucho más expuesta al interés de EE. UU.
Por lo tanto, no es sorprendente que en enero Donald Trump volviera a publicar una encuesta de 2019 que indicaba que el 68% de los groenlandeses apoyaban la independencia de Dinamarca.
Los comentarios de Trump sobre Groenlandia causaron pánico apenas disimulado en Copenhague a principios de este año.
Mette Frederiksen pasó gran parte de enero manteniendo conversaciones de crisis con su gobierno, así como con otros líderes escandinavos y europeos. También habló con Trump por teléfono en más de una ocasión.
La diplomacia frenética se ha enfriado en las últimas semanas a medida que Ucrania y otros problemas globales han tomado el centro de atención en Washington.
Pero mientras los groenlandeses votaban el martes, el ministro de Asuntos Exteriores danés, Lars Lokke Rasmussen, hizo una referencia oblicua al presidente Trump, diciendo que “las potencias importantes tienen un interés diferente en Groenlandia al que tenían antes”.
Por supuesto, era importante, agregó diplomáticamente, “que Groenlandia elija a políticos firmes para liderar el país a través de esto”.
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