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A lo largo de los años, muchos rankings han intentado identificar el pueblo más bonito de las Islas Baleares. La Asociación de los Pueblos más Bonitos de España, por ejemplo, ha otorgado el título a Fornalutx, un encantador pueblo admirado por su arquitectura impresionante y su impresionante paisaje. Sin embargo, otros pueblos, como Valldemossa, con sus impresionantes vistas montañosas, y Alcudia, conocido por su rica historia y su proximidad a la costa, también han recibido elogios. Sin embargo, en un enfoque fresco, la revista National Geographic ha emitido su voto de manera diferente, seleccionando a Pollensa como el pueblo más cautivador de las Baleares. No solo Pollensa encabeza su lista balear, sino que también se clasifica como el 19º pueblo más bonito de toda España.
La historia de Pollensa se remonta a la época romana, y el pueblo ha conservado gran parte de su esencia histórica. Su casco antiguo es un viaje a través del tiempo, donde calles empedradas y fachadas de piedra bordean los senderos que serpentean por el pueblo. La arquitectura es una mezcla perfecta de edificios medievales y residencias señoriales, creando un escenario pintoresco que parece conservado de una época pasada.
En el corazón de este entorno histórico se encuentra la Plaça Major, una animada plaza bordeada de cafeterías y restaurantes. Aquí, tanto locales como turistas se reúnen para disfrutar de la gastronomía de Pollensa, todo mientras contemplan las vistas de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, una joya arquitectónica del siglo XIII.
Una de las atracciones destacadas de Pollensa son las escaleras del Calvari, una colina famosa por sus impresionantes vistas y su escalera de 365 escalones. Subir estos escalones lleva a los visitantes en un ascenso gradual a través de la naturaleza y la historia, culminando en una pequeña capilla en la cima. El viaje puede ser una prueba de resistencia, pero la recompensa es una de las vistas panorámicas más impresionantes del pueblo y de las montañas circundantes, una vista que cautiva a cada visitante que alcanza la cima.
Más allá del pueblo en sí, Pollensa está rodeado de belleza natural que atrae a los entusiastas del aire libre. La Sierra de Tramuntana, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, forma un majestuoso telón de fondo para el pueblo y ofrece una gran cantidad de rutas de senderismo y ciclismo. Estas rutas serpentean a través de paisajes escénicos, revelando calas escondidas, acantilados escarpados y vistas del Mediterráneo que son tan pacíficas como impresionantes. Para aquellos que buscan disfrutar de un día de playa, Pollensa también está cerca de las serenas playas de Cala Sant Vicenç y de los acantilados dramáticos de Cabo de Formentor.
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