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A pesar de que el alcalde de Llucmajor dijo el jueves que los argelinos problemáticos habían abandonado Arenal, la Guardia Civil y la policía local han puesto en marcha una operación especial que continuará, según la policía, “todo el tiempo que sea necesario”.
Un gran despliegue de agentes tiene como objetivo hacer que la operación sea altamente visible y disuadir a los residentes de tomar la justicia por su mano. La operación será las 24 horas del día, aunque es por la noche cuando es más probable que ocurran incidentes.
El jueves por la noche, alrededor de 400 residentes protagonizaron una protesta en la que se escucharon gritos de “fuera los argelinos”. El portavoz César Moreno dijo que Arenal debe ser protegido. “Mañana volveremos a salir a la calle y defenderemos nuestro barrio. Queremos una solución definitiva y una mayor presencia policial”.
La protesta fue en respuesta a los eventos del miércoles por la noche, cuando la comunidad gitana local amenazó con “linchar” a jóvenes argelinos. El edificio ocupado en el que habían estado viviendo fue tapiado el jueves por la mañana por orden del ayuntamiento de Llucmajor y la policía.
La policía ha dicho que no está claro que estos argelinos vinieran del barrio de Palma de Son Gotleu. Tras la violencia de la semana pasada, los residentes de Son Gotleu los habían expulsado. Y es cierto que los problemas causados por jóvenes argelinos en Arenal no habían surgido de repente. Prueba de ello es el hecho de que los propios argelinos habían logrado deshacerse y reemplazar a los carteristas rumanos.
Común a ambas partes de Arenal y Son Gotleu son la pobreza, el tráfico de drogas y la comunidad gitana española. Los gitanos estuvieron a la vanguardia de las acciones contra los argelinos en Son Gotleu y también han tomado el papel principal en Arenal. Han contado con el apoyo popular como resultado. Pero hay personas en Arenal que ven los acontecimientos como una especie de lucha de poder.
Los gitanos ciertamente no son ajenos al crimen, pero típicamente no han sido asociados con el tipo de delitos violentos cometidos por argelinos. El incidente del miércoles fue desencadenado por el intento de robo de una anciana por parte de un grupo de argelinos. Los gitanos no harían este tipo de cosas. Existe un sentido de comunidad aunque también hay una corriente delictiva.
Ante el despliegue especial de la Guardia y la policía, las palabras del alcalde el jueves tienen que ser cuestionables. Las fuerzas de seguridad planean ‘blindar’ Arenal, siendo plenamente conscientes de que se enfrentarán a un problema completamente diferente en unos días: la llegada de los primeros estudiantes españoles de fin de curso.
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