El “Ticket de Regreso” propuesto por Vox, que buscaba deportar a personas que residen en la región sin la documentación adecuada, fue rechazado por el Partido Popular (PP) alineándose con la oposición, lo que expuso aún más las tensiones dentro de la coalición gubernamental local.
La propuesta de Vox de expulsar a inmigrantes indocumentados de Orihuela y retirar subsidios a organizaciones que brindan apoyo a estos inmigrantes generó un intenso debate en la sesión del jueves, destacando la brecha ideológica entre el PP y Vox a pesar de su alianza de gobierno.
Agustina Rodríguez (PP), también Consejera de Bienestar Social e Igualdad, expresó su profunda decepción por la propuesta de Vox, calificándola de “vergonzosa y condenable”. Refutó firmemente el argumento de Vox que vincula la inmigración con el crimen, calificándolo de “falso y perverso”.
Además, destacó las valiosas contribuciones de los inmigrantes a la economía española, especialmente en los sectores agrícola, de hostelería, construcción y cuidado. En una muestra de apoyo a las organizaciones que ayudan a los inmigrantes, confirmó que su financiación se mantendría intacta.
En la votación decisiva, el PP rechazó la propuesta junto con los partidos de la oposición, dejando a Vox aislado en su postura.
María del Carmen Portugal, concejala de Vox, criticó la decisión del PP, acusándolos de sucumbir a la “demagogia”. También criticó a los otros partidos, llamando hipócrita a Cambiemos, atrevido al PSOE y desafiando a los representantes de Ciudadanos a demostrar su valía a través de acciones.
Enrique Montero de Cambiemos denunció la propuesta como una herramienta diseñada para fomentar “odio y tensión”. Argumentó que Vox promueve un modelo “excluyente y explotador” y acusó al partido de oponerse a los derechos básicos de los inmigrantes.
José Aix, portavoz de Ciudadanos, comenzó su discurso con una crítica mordaz a Vox, describiendo la propuesta como una “atrocidad” y “repugnante”. Advirtió que esta propuesta podría crear fracturas significativas dentro de la coalición de gobierno.
Juan Miguel López del PSOE reconoció que Rodríguez finalmente se había enfrentado a su socio de gobierno, pero criticó al PP por no hacer lo suficiente para evitar que Vox use el ayuntamiento como un “vertedero” para su retórica.
La condena de las declaraciones homofóbicas del obispo José Ignacio Munilla también fue discutida en la sesión, con la aprobación de una moción que insta al obispo a retractarse públicamente de su apoyo a las “terapias de conversión”.
Rodríguez reafirmó el compromiso del PP con la diversidad y los derechos LGTBQ+, condenando las declaraciones de Munilla como “criticables”. A pesar de su crítica a Munilla, el PP se abstuvo de votar sobre una cláusula en la moción que sentían que podría afectar la financiación de organizaciones religiosas.
Los debates mostraron las crecientes fracturas dentro del gobierno de Orihuela, con el PP distanciándose de las posturas inflexibles de Vox pero manteniendo su coalición.
El rechazo de la propuesta de inmigración y la condena parcial de las declaraciones del obispo Munilla indican una creciente voluntad entre algunos miembros del PP de desafiar a su socio de extrema derecha, aunque persisten importantes divisiones ideológicas dentro del ayuntamiento.