Muchos voluntarios están cubriendo personalmente el costo total de alimentos, tratamiento médico y esterilización, con poco o ningún apoyo de las autoridades locales, con una mujer vendiendo su apartamento para permitir su continuo apoyo a las colonias.
A pesar de un plan de emergencia lanzado en julio por el Ayuntamiento de Orihuela para gestionar el creciente número de colonias de gatos callejeros en Montepinar y Orihuela Costa, los voluntarios a lo largo de la costa dicen que han sido abandonados.
Muchos están cubriendo personalmente el costo total de alimentos, tratamiento médico y esterilización, con poco o ningún apoyo de las autoridades locales, con una mujer vendiendo su apartamento para permitir su continuo apoyo a las colonias.
Hace ocho meses, el Consejo reconoció un aumento incontrolado en las colonias de gatos en todo el municipio, muchas de las cuales estaban siendo alimentadas sin permiso.
Esto, según la Consejera de Salud Irene Celdrán, creó un problema significativo de salud pública, afectando a los residentes tanto fuera como dentro de sus hogares. Inicialmente, las autoridades prometieron priorizar Orihuela Costa y Montepinar antes de expandir los esfuerzos a otros distritos.
Isabel Befán, presidenta de la Asociación de Colonias Felinas de Orihuela Costa (Ascfoc), criticó al Ayuntamiento por no ayudar con las esterilizaciones. Argumenta que el consejo está descuidando sus responsabilidades bajo la Ley Nacional de Bienestar Animal de España y las regulaciones regionales, que priorizan la implementación continua del método CER (captura, esterilización, retorno) para controlar las poblaciones de gatos.
Aunque Orihuela recibió 12.413 euros en 2024 del Consejo Provincial de Alicante para apoyar este esfuerzo, Befán afirma que solo se han esterilizado 28 gatos en la costa desde octubre, a pesar de que hay más de 1.000 de ellos en 60 colonias.
Con la temporada de apareamiento en marcha, los voluntarios informan que no han recibido ayuda en las últimas cuatro semanas, lo que los obliga a asumir todos los costos relacionados por sí mismos.
También han surgido preocupaciones sobre la mala praxis. El Ayuntamiento seleccionó una clínica veterinaria a casi 40 km de distancia, que los voluntarios afirman trató mal a los animales. Los gatos regresaron en condiciones poco higiénicas, algunos con graves complicaciones postoperatorias.
Dos animales necesitaron atención urgente, mientras que otros desaparecieron después de ser liberados de vuelta en sus colonias.
A pesar de presentar quejas formales hace más de cuatro meses, el Consejo no ha respondido.
Además, Ascfoc ha solicitado señalización bilingüe (español e inglés) para disuadir la alimentación no autorizada por parte de los residentes internacionales del área. Sin embargo, solo se han proporcionado carteles temporales de papel.
Aunque el Consejo ha emitido multas de 750 euros por el almacenamiento de alimentos para mascotas no autorizado, los voluntarios argumentan que la aplicación debe ir acompañada de apoyo. Aunque ahora 70 alimentadores locales tienen tarjetas oficiales, Ascfoc insiste en que el Consejo debe cumplir con sus deberes legales, señalando que municipios vecinos como Torrevieja y Pilar de la Horadada ofrecen un apoyo significativamente mejor para el manejo de colonias de gatos.