La tragedia de las inundaciones de la semana pasada en Valencia ha tenido un costo financiero masivo además de todo el dolor humano.
España ahora enfrenta su ‘mayor desastre por un evento climático’, dijo Mirenchu del Valle Schaan, presidenta de la federación de aseguradoras españolas UNESPA.
El jefe de la Cámara de Comercio de Valencia, Jose Vicente Morata, dijo que la factura final, desde una perspectiva empresarial, superaría los 10 mil millones de euros.
Las finanzas de los gobiernos central y regional de Valencia se verán severamente afectadas, aunque España está solicitando ayuda del fondo de solidaridad de la UE que puede aliviar la carga.
El martes, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, anunció una serie de medidas por valor de 10.6 mil millones de euros destinadas a proteger y relanzar la economía de Valencia.
Estas incluyen ayuda a pequeñas y medianas empresas, trabajadores autónomos, alivio fiscal y un aplazamiento de tres meses para pagos de préstamos e hipotecas.
La limpieza de escombros y la reconstrucción de infraestructuras destruidas también serán financiadas con el gobierno central, que ha estimado que esas obras costarán 2.6 mil millones de euros.
Según la Cámara de Comercio de Valencia, se vieron afectados unos 4,500 negocios ubicados en los pisos inferiores de edificios sumergidos por barro y agua.
Docenas de centros comerciales y polígonos industriales que albergan pequeñas y medianas empresas resultaron dañados y las empresas de transporte perdieron sus camiones.
La inundación de campos supuso un duro golpe para la agricultura en la región de Valencia.
El sindicato agrícola regional La Unió estima que 50,000 hectáreas de cultivos resultaron afectadas.
Agroseguro, que gestiona el seguro agrario español, cree que el costo podría ascender a 150 millones de euros en el sector.
El sindicato Asaja describió las pérdidas como ‘catastróficas’ con ‘consecuencias incalculables’.
Las aseguradoras españolas se basan en un fondo común gestionado por el consorcio público CCS que comparte el costo en todo el sector en caso de desastre natural.
Por lo tanto, el CCS cubre la mayor parte de la compensación y las aseguradoras solo pagan directamente por daños periféricos en áreas no afectadas por las inundaciones.
El sistema está ‘perfectamente preparado para enfrentar este tipo de situaciones’, dijo la presidenta de UNESPA, del Valle Schaan.
Se han presentado más de 72,000 reclamaciones, dijo el Ministro de Economía Carlos Cuerpo, con los primeros pagos esperados para esta semana.
Ya ha habido críticas de que simplemente no hay suficientes personas para tratar de manera oportuna con todas las reclamaciones.