Durante los fuertes vientos de la semana pasada, mientras María Martínez estaba teniendo una tranquila comida en su casa en Cabo Roig, escuchó un fuerte golpe que venía del jardín. Al investigar, descubrió que una palmera de la calle exterior se había derrumbado en el jardín rompiendo su valla perimetral. Ahora, desde hace más de una semana, ha estado viviendo con el árbol dentro del perímetro de su casa.
El impacto, según Martínez, destruyó más de dos metros de valla metálica y setos. “El mismo día notifiqué a la Policía Local, que llegó rápidamente, realizó la inspección y me dijo que pasarían la información al departamento responsable. Luego me advirtieron que podría pasar un tiempo hasta que estuviera disponible la grúa”, dice.
El incidente también fue reportado por la Asociación de Vecinos de Cabo Roig y Lomas, que intentó mediar entre Martínez, también miembro de la asociación de vecinos, y el Ayuntamiento.
“El día 7, hicimos los arreglos para que se retirara la palmera y nos informaron que habían emitido una orden para cortar el ejemplar. El técnico tuvo que hacer que una compañía de seguros evaluara los daños”, explican.
El pasado lunes, debido a la inacción del Ayuntamiento, José María informó al concejal de la Costa, Manuel Mestre, de la situación. Según la asociación local, el concejal respondió disculpándose por la demora en la eliminación de la palmera “porque los procedimientos administrativos en el Ayuntamiento son complicados”.
La gota que colmó el vaso llegó el pasado miércoles cuando varios trabajadores se presentaron en la casa, pero no pudieron quitar la palmera porque la grúa que trajeron no cabía por la puerta, ni tenían los medios materiales como motosierras para quitarla manualmente.
“Ahora le han pedido que recorte su seto para facilitar el trabajo al personal del ayuntamiento”, se queja la asociación. “Este ayuntamiento no cuida a sus vecinos, ni a su infraestructura”, dijo Martínez.
El Ayuntamiento ha dicho ahora que los trabajadores volverán el lunes 16 para quitarla.