Los padres de Daniel Donate, Ramón y Rosa, están afligidos por la pérdida de su hijo de 26 años, quien falleció a causa de un ataque al corazón. Ellos creen que la negligencia médica en el centro de salud de Bigastro contribuyó a su muerte y están buscando justicia.
Daniel inicialmente se quejó de dolor en el pecho y fue enviado a casa por un médico después de un breve examen, y se le dijo que tomara ibuprofeno. Poco después, sufrió un ataque al corazón fatal en casa. Los padres alegan que el médico no reconoció la gravedad de sus síntomas y no proporcionó el tratamiento adecuado.
Una autopsia confirmó el ataque al corazón y una predisposición genética a problemas cardiovasculares. Sin embargo, argumentan que la historia familiar de Daniel y los resultados de análisis de sangre de diciembre, que indicaban factores de riesgo, no fueron tenidos en cuenta.
Ramón sufre problemas de colesterol y recibe medicación, mientras que a Daniel solo se le aconsejó sobre la dieta y el ejercicio. Ellos creen que un examen más exhaustivo y una intervención más temprana podrían haber salvado a su hijo.
Un abogado que representa a la familia ha presentado un caso ante el Juzgado de Instrucción 1 de Orihuela. Sospechan un posible homicidio imprudente debido a la negligencia profesional del médico de familia y el médico de urgencias.
Aunque no buscan venganza, Ramón y Rosa anhelan respuestas para hacer frente a su inmenso dolor. Su principal motivación es asegurar que se haga justicia y prevenir tragedias similares a través de la rendición de cuentas.