Las tuberías de gas Nord Stream fueron saboteadas por una serie de explosiones en septiembre de 2022. Los fiscales estatales alemanes intentan resolver el misterio de quién voló las tuberías de gas Nord Stream bajo el Mar Báltico en 2022 y han emitido una orden de arresto para un instructor de buceo ucraniano. El sospechoso ha sido identificado como Volodymyr Z por los medios alemanes, quienes han tratado el sabotaje como un drama sensacionalista. Ines Peterson, portavoz del fiscal general de Alemania, se negó a confirmar la orden de arresto, pero la portavoz del fiscal general polaco, Anna Adamiak, en Varsovia, dijo que se había pasado una Orden de Arresto Europea a ellos por parte de los fiscales alemanes. Cuando los oficiales polacos fueron a la casa de Volodymyr Z a principios de julio, él ya había abandonado el país y se había ido a Ucrania. Según una investigación de tres medios alemanes, Volodymyr Z era parte de un equipo de buceadores ucranianos experimentados que en septiembre de 2022 alquilaron un yate alemán, navegaron hacia el Mar Báltico y plantaron los explosivos, destruyendo tres de las cuatro tuberías Nord Stream. Un hombre y una mujer ucranianos también son sospechosos de estar involucrados. Si los últimos informes de los medios son ciertos, que un grupo de buceadores ucranianos voló las tuberías, aún no responde a la pregunta más amplia de quién ordenó el ataque. Hasta ahora no hay evidencia pública que lo vincule al estado ucraniano o ruso o a cualquier otro país o grupo individual. Durante años ha habido teorías de conspiración en torno al ataque, con rumores no confirmados de que los gobiernos de Kiev, Moscú o Washington estaban detrás del ataque. También ha habido especulaciones de que grupos militares ucranianos o rusos, actuando sin el conocimiento del gobierno ucraniano, podrían haber sido responsables. Las tuberías Nord Stream transportaban gas de Rusia a Alemania bajo el Mar Báltico y eran un símbolo controvertido e impopular de la dependencia energética europea de Moscú. En otras palabras, es fácil imaginar motivos para tal ataque. Durante años, los europeos del este advirtieron a Berlín que esta dependencia del gas ruso hacía vulnerable a Europa. Sin embargo, los sucesivos gobiernos alemanes, desde la coalición de izquierda de Gerhard Schröder hasta las administraciones lideradas por conservadores de Angela Merkel, argumentaron que vincular a Rusia con Europa a través de la energía y los lazos comerciales ayudaría económicamente a ambos países y garantizaría la paz. La invasión total de Rusia a Ucrania en febrero de 2022 destruyó esa esperanza y los políticos de la corriente principal en Alemania de todos los espectros políticos ahora han admitido que estaban equivocados.
