Operativo contra pisos turísticos ilegales en España: Se multa con casi €1 millón a edificio en Mallorca compuesto por 12 viviendas estilo Airbnb sin licencia.

Se han notificado multas MASIVAS por un total de €960,000 contra 12 alquileres de apartamentos turísticos no autorizados en un edificio de Palma por parte del Departamento de Turismo del Consell de Mallorca.

El bloque se encuentra en la zona de Levante de la capital mallorquina y la penalización equivale a €80,000 por apartamento.

El Consell de Mallorca no ha aclarado si el propietario del edificio se enfrenta a la gran factura o si hay propietarios individuales de apartamentos que serán penalizados.

Las tarifas anteriores alcanzaban un máximo de €40,001 por alquiler que no estaba autorizado para fines turísticos.

El Consell, en un comunicado, dejó claro que la multa aumentada tiene como objetivo “disuadir a las personas de llevar a cabo esta actividad y poner fin a ella”.

La autoridad aboga por “proteger a los residentes y garantizar la seguridad legal de todos los alquileres legales en el sector turístico”.

El Ministro de Turismo, Jose Marcial Rodríguez Díaz, expresó su satisfacción por las duras sanciones.

“Las ofertas ilegales, independientemente del sector en el que operen, representan no solo una competencia desleal que es muy perjudicial para todos aquellos que hacen las cosas bien en la isla, que son la gran mayoría, sino también un problema terrible para la convivencia, contra el cual queremos luchar y erradicar”.

Rodríguez agregó que las sanciones son el resultado de un largo procedimiento seguido por el Departamento, que ha “cumplido escrupulosamente con todos los procesos administrativos” y que le ha permitido actuar “de acuerdo con los plazos legales”.

El 11 de julio, alrededor de 50 personas participaron en una protesta frente a un bloque de apartamentos en Palma que alberga alquileres turísticos ilegales.

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La manifestación se centró en un edificio de la Calle Gaspar Bennazar con cinco pisos de alojamiento, con un total de 56 camas.

Los manifestantes sostenían pancartas y coreaban consignas sobre la falta de regulación de los apartamentos turísticos y de las autoridades que no escuchaban sus quejas.