El Club de Mar en Palma fue fundado en 1972. El objetivo era atraer yates de la Côte d’Azur, por lo que comenzó un proceso que ahora significará dar cabida a embarcaciones de hasta 170 metros. Aunque seguirían siendo inusuales, la inversión de más de 50 millones de euros ha tenido en cuenta el tamaño. De hecho, el número de amarres para el nuevo Club de Mar se ha reducido de 575 a 543.
Se espera que la finalización de las obras sea durante el primer trimestre de 2025, con la concesión actual que dura hasta 2044. Se solicitó una prórroga en 2014, el director del club, José Luis Arrom, dijo que la reurbanización como parte de esta extensión estaba en el interés general y estratégico de las Islas Baleares. Es un “megaproyecto” que los Puertos del Estado respaldaron.
Desaparecerá el puente de Pelaires, que será demolido; otro aspecto de las obras que se están llevando a cabo en el Paseo Marítimo. En los nuevos edificios se ubicarán un club social, una discoteca con una capacidad de 700 personas, tiendas y restaurantes. Un “gran nombre” de la gastronomía estará a cargo de un restaurante de cocina internacional; por ahora, no se revela el nombre.
Uno de los principales cambios es que se han eliminado las barreras para que el club esté ahora abierto al puerto, a la ciudad y a la gente de Palma. Entre las innovaciones se encuentra un sistema para recolectar aguas residuales y evitar que se viertan al mar.
El costo de todo esto, explica Arrom, es mayor de lo que se había contemplado originalmente. “Un aumento del treinta por ciento”, siendo las razones los retrasos en la concesión de la licencia de construcción y el aumento en el precio de los materiales de construcción. Pero habrá valido la pena por lo que es un cambio radical en la apariencia del club.