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¿Qué hace que España y los españoles funcionen? Estas reglas no escritas te ayudarán a comprender algunos de los rasgos de la psique nacional, desde la actitud española hacia el trabajo hasta lo que los españoles priorizan en la vida.
Hablar con desconocidos está permitido
Algunos europeos del norte pueden estremecerse ante la idea de que alguien que no conocen se les acerque a hablar, pero en España este tipo de charla espontánea es parte integral de la vida diaria.
Ya sea una abuela entablando una conversación contigo en una parada de autobús, alguien pidiendo la hora o un encendedor y luego charlando, en la gran mayoría de situaciones sociales está bien charlar.
Esto explica por qué para muchos extranjeros, los españoles son gente directa, genuina y amigable.
Lo mismo suele aplicarse al espacio personal y al contacto físico; es perfectamente aceptable acercarse para dar dos besos si acabas de ser presentado a alguien por primera vez, o que un grupo de señoras mayores se preocupen por el bebé de un desconocido mientras se inclinan sobre el cochecito y pellizcan las regordetas piernas del recién nacido.
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Si alguien se cae en la calle, lo ayudas
En la misma línea, si hay alguien en apuros en España, tu deber cívico es ayudarlos.
Encontrar diferentes formas de solidaridad es muy común aquí. Si alguien se cae en la calle, en cuestión de segundos una multitud de peatones acudirá en su ayuda. Si una nueva madre necesita ayuda para subir el cochecito de su bebé por una escalera, alguien se ofrecerá a ayudar. Si estás perdido y necesitas direcciones, un transeúnte tendrá tiempo para ti.
Como ejemplo más reciente, está la aceptación general de la población española de llevar mascarillas durante la pandemia, más alto que en otros países europeos, con el hecho de que tantos ancianos españoles murieron en los primeros días de Covid-19 creando un espíritu de apoyo.
Los españoles en general siempre están dispuestos a ayudar a los demás. (Foto de Jorge Guerrero / AFP)
No es lo que sabes, sino a quién conoces
El amiguismo está vivo y coleando en España, para bien o para mal. Y nos referimos desde un nivel de base – el tío de alguien consiguiendo un trabajo para su sobrino no calificado en su empresa – hasta los más altos estamentos, como lo demuestran los políticos corruptos dando contratos a amigos cercanos durante las últimas décadas.
Puede ser una lástima que el mercado laboral de España no funcione como una meritocracia, ni sea necesariamente bueno para la productividad, pero por otro lado, muchas personas podrían estar sin trabajo si no fuera por alguien que conocen haciéndoles un favor.
En España, la palabra de boca en boca es reina cuando se trata de negocios. Los españoles pueden estar usando más internet para encontrar lo que buscan, pero la opinión de alguien en quien confían o conocen siempre tendrá más peso.
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Mañana, mañana
España no es un país de holgazanes y la siesta no es el pasatiempo nacional, pero si hay un estereotipo que es más cierto que la mayoría, es la actitud de mañana mañana, en particular cuando se trata de la burocracia.
Hacer cualquier trámite oficial en España lleva más tiempo y es más complicado que en la mayoría de los países europeos. Ya sea montar un negocio, comprar una propiedad, solicitar una subvención, tramitar documentos oficiales, todo está más alargado de lo necesario.
Los funcionarios españoles tienen la reputación de lavarse las manos de responsabilidades, pasar la pelota y no mostrar responsabilidad, aunque en muchos casos argumentarán que sus departamentos están subcontratados.
Sea lo que sea, no hay una sensación de agilizar procesos importantes en España, no hay prisa general por hacer las cosas rápidamente.
Los españoles se han vuelto aceptantes de esto, aunque desafortunadamente obstaculiza los negocios y el emprendimiento.
La burocracia alargada es una plaga para España, y aún así ampliamente aceptada. (Foto de JAVIER SORIANO / AFP)
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No vives para trabajar, trabajas para vivir
Cuando se trata de perspectivas laborales, muchos españoles no aspiran a dirigir sus propios negocios exitosos o ascender en la jerarquía de una empresa importante.
En cambio, ‘sueñan’ con un trabajo estable de nivel medio, como trabajar para la cadena de supermercados Mercadona o, espera un momento, convertirse en funcionario.
Ya sea debido a la inseguridad crónica del mercado laboral del país, las dificultades de ser autónomo en España o la falta de aspiraciones profesionales, muchos españoles están contentos con la idea de tener un trabajo corriente donde los salarios están garantizados, los despidos son improbables y pueden centrarse en disfrutar de la vida fuera del trabajo.
El trabajo generalmente se trata como un medio para un fin en España: ganar dinero para disfrutar de la vida. (Foto de JAVIER SORIANO / AFP)
El hedonismo es un deporte nacional
Comer buena comida, pasar tiempo de calidad con amigos y familiares, salir de fiesta hasta altas horas de la madrugada – la socialización frecuente es la norma en España. Se trata de disfrutar la vida hoy y ahora, libertad personal, carpe diem de principio a fin.
Un estudio de 2021 encontró que el 43 por ciento de los españoles ahorra menos de 100 € de sus salarios cada mes, lo que refleja cómo incluso durante tiempos económicos difíciles, no se puede evitar que un español salga a pasarlo bien.
Tal vez esta sea una de las razones por las que los extranjeros perciben que España ofrece una calidad de vida tan buena.
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Interrumpir a los demás es juego limpio
Para muchos extranjeros, los españoles son ruidosos y hablan rápidamente, pero otro punto que los ‘guiris’ captan rápidamente cuando entablan conversación con españoles es que hablar por encima de los demás no es un error social.
No se pretende ser irrespetuoso, es más bien simplemente cómo suelen ir las conversaciones a medida que las reuniones se vuelven bulliciosas y todos intentan aportar el primer pensamiento que les viene a la cabeza.
Lo verás en los bares, en los debates televisivos, interrumpir a los demás en lugar de esperar tu turno para hablar es aceptable en la gran mayoría de contextos sociales en España.
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Llegar tarde está mayormente bien
Ernest Hemingway dijo famosamente que los españoles “retrasan el día”, y cuando se trata de puntualidad, es perfectamente normal llegar tarde a una reunión social.
Eso no quiere decir que todos los españoles lleguen una hora tarde al trabajo, o que aparezcan para cenar cuando todos los demás están pidiendo la cuenta, pero llegar a tiempo no es una prioridad y llegar 15 o 30 minutos después de la hora acordada es común y socialmente aceptable.
Los españoles saben que la mejor manera de disfrutar de la vida es en compañía de otros. Foto: Gabriel BOUYS /AFP
No necesitas mucho en la vida para ser feliz, pero necesitas a la gente
Los españoles en su mayoría son seres extremadamente sociales a quienes no les gusta tener demasiado tiempo a solas para reflexionar sobre la vida.
No necesitan una casa grande o un trabajo bien remunerado para sentirse satisfechos, en cambio encuentran la felicidad en la compañía de otros, disfrutando de una cerveza y una buena conversación mientras se sientan al aire libre en una terraza de un bar en un día soleado.
Aprende a disfrutar de estos simples placeres y es posible que descubras que no necesitas mucho para ser feliz tampoco, y que España es un país que te permite lograr tal dicha sin tener mucho dinero en el banco.
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