Los restos de dos personas que murieron hace aproximadamente 2.000 años en la casa del criptoportico en Pompeya. Un nuevo análisis de ADN determinó que uno de los individuos era biológicamente masculino, pero no se pudo determinar el sexo del otro. (Imagen: Parque Arqueológico de Pompeya)
Desde la primera excavación de Pompeya en 1748, se ha descubierto mucho más sobre la antigua ciudad que quedó a merced del Monte Vesubio.
En un estudio reciente, publicado el jueves 7 de noviembre, un equipo internacional de investigadores examinó la genética de cinco individuos que murieron durante la erupción del año 62 d.C. que mató a toda la población de Pompeya.
Las famosas ‘Dos Doncellas’ encontradas enterradas en Pompeya no son dos mujeres
El Vesubio entró en erupción hace más de 2.000 años en el año 62 d.C., matando a todos los residentes de Pompeya y enterrándolos en cenizas. Los restos icónicos de dos cuerpos entrelazados que siempre se creyó que eran dos mujeres miembros de la misma familia y que se conocían desde hace cientos de años como las ‘Dos Doncellas’ ahora han sido cuestionados. Un nuevo análisis de ADN sugiere que el par icónico podría haber sido dos hombres, y no estaban relacionados. Investigadores del Instituto Max Planck descubrieron que al menos uno de los individuos tenía marcadores genéticos que sugerían que no eran mujeres sino hombres. El coautor del estudio, David Reich, profesor de genética en la Facultad de Medicina de Harvard, dijo en un comunicado: “Una pareja que murió abrazada y se pensaba que eran hermanas, o madre e hija, se descubrió que incluía al menos un varón genético. Estos hallazgos desafían las suposiciones tradicionales de género y familiares”.
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La homofobia podría haber sido evidente en el año 62 d.C.
En 2020, arqueólogos excavando un antiguo bar de comida rápida romano en Pompeya descubrieron graffiti “homofóbico” escritos en las paredes que pusieron en duda cuánto se sabe sobre el estilo de vida romano antiguo y el último descubrimiento puede demostrar que las relaciones del mismo sexo han estado ocurriendo durante mucho más tiempo de lo que pensábamos. Otro caso similar se descubrió durante el mismo estudio de ADN, en el que un adulto que llevaba un brazalete dorado y sostenía a un niño en su regazo se creía desde hacía mucho tiempo que era una madre con su hijo. Sin embargo, el nuevo análisis de ADN reveló que el par descubierto en realidad era “un adulto varón no relacionado y un niño”.
Es importante relacionar los descubrimientos históricos en Pompeya con esa época, y no desde suposiciones modernas
“Nuestros hallazgos tienen implicaciones significativas para la interpretación de los datos arqueológicos y la comprensión de las sociedades antiguas.”, dijo la coautora Alissa Mittnik, arqueogenetista en la Facultad de Medicina de Harvard y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, en el comunicado. “Destacan la importancia de integrar datos genéticos con información arqueológica e histórica para evitar interpretaciones erróneas basadas en suposiciones modernas. Es posible que concepciones erróneas pasadas hayan llevado a la explotación de los restos como vehículos para contar historias, lo que significa que los curadores pueden haber manipulado las poses de las víctimas y su posición relativa para las exhibiciones.”
Los nuevos descubrimientos de ADN en Pompeya son culturalmente complejos
Carles Lalueza-Fox, biólogo del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, también comentó que el desajuste de género no es raro en arqueología. “Miramos al pasado con los ojos culturales del presente y esta visión a veces está distorsionada; para mí, el descubrimiento de un hombre con un brazalete dorado tratando de salvar a un niño no relacionado es más interesante y culturalmente complejo que asumir que era una madre y su hijo.”