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La Catedral de Palma lo ha llamado el ‘Festival de la Luz’ y ocurre dos veces al año en días que están equidistantes antes y después del solsticio de invierno. La Candelaria, el 2 de febrero, es de hecho el origen de este nombre de festival. Retrocediendo al siglo VI, la Candelaria era el festival de la luz.
El fenómeno de la reflexión hecha por la luz al pasar a través de la ventana principal en forma de rosa dos veces al año es ahora tan popular que es difícil creer que esta popularidad es relativamente reciente. En 2007, la Sociedad Balear de Matemáticas llamó la atención sobre un fenómeno que había estado ocurriendo durante siglos pero que no atraía a mucha gente. Alrededor de veinte personas se reunieron en 2007. Este domingo había muchas más, casi alcanzando la capacidad de 2.500 personas de la Catedral.
El ‘Vuit de la Seu’, el ‘ocho’ de la Catedral, se forma por la reflexión bajo la ventana más pequeña. Se argumenta que esto es consecuencia del genio arquitectónico medieval. Un argumento alternativo es que es completamente fortuito.
Sea genio o no, una mañana despejada es necesaria. El domingo hubo bastante nubes. Hubo breves destellos pero no una reflexión constante hasta poco antes de las 9 de la mañana, habiendo sido admitidos los espectadores a las 8 de la mañana. Duró unos cinco minutos.
La próxima aparición del ocho, si las nubes lo permiten, será como siempre el 11 de noviembre, la festividad de San Martín.
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